Add parallel Print Page Options

21 tú te habrías dado cuenta,
    ya que conoces nuestros más íntimos secretos.
22 Pero por seguirte siempre nos han masacrado,
    nos han tratado como a las ovejas en un matadero.

23 ¡Despierta, Dios mío!
    ¿Por qué duermes?
¡Levántate, Señor!
    No nos abandones para siempre.

Read full chapter