Add parallel Print Page Options

Cuando mi espíritu está desmayado dentro de mí
tú conoces mi senda.
En el camino en que he de andar han escondido una trampa para mí.
Miro a la derecha y observo,
y no hay quien me reconozca. No tengo refugio;
no hay quien se preocupe por mi vida.
A ti clamo, oh SEÑOR.
Digo: “Tú eres mi refugio
y mi porción en la tierra de los vivientes”.

Read full chapter