Add parallel Print Page Options

SALMO 43 (42)

43 Dios mío,
tú sabes que soy inocente,
defiéndeme de los que no te aman,
pues sólo mienten y hacen lo malo.
Tú eres mi Dios y protector,
¿por qué me rechazaste?
¿Por qué debo andar triste
y perseguido por mis enemigos?
Que tu verdad sea nuestra luz
y nos guíe hasta tu templo,
el lugar donde tú vives.
Así me presentaré ante tu altar,
y allí te alabaré
con música de arpas,
pues tú eres mi Dios,
¡tú me llenas de alegría!

¡No hay razón
para que me inquiete!
¡No hay razón
para que me preocupe!
¡Pondré mi confianza
en Dios mi salvador!
¡Sólo a él alabaré!

Plegaria pidiendo vindicación y liberación

43 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa;

Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.

Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?

¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

Envía tu luz y tu verdad; estas me guiarán;

Me conducirán a tu santo monte,

Y a tus moradas.

Entraré al altar de Dios,

Al Dios de mi alegría y de mi gozo;

Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

¿Por qué te abates, oh alma mía,

Y por qué te turbas dentro de mí?

Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

Salvación mía y Dios mío.