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¿Por qué se sublevan las naciones,
    y en vano conspiran los pueblos?
Los reyes de la tierra se rebelan;
    los gobernantes se confabulan contra el Señor
    y contra su ungido.
Y dicen: «¡Hagamos pedazos sus cadenas!
    ¡Librémonos de su yugo!»

El rey de los cielos se ríe;
    el Señor se burla de ellos.
En su enojo los reprende,
    en su furor los intimida y dice:
«He establecido a mi rey
    sobre Sión, mi santo monte».

Yo proclamaré el decreto del Señor:
    «Tú eres mi hijo», me ha dicho;
    «hoy mismo te he engendrado.
Pídeme,
    y como herencia te entregaré las naciones;
    ¡tuyos serán los confines de la tierra!
Gobernarás a las naciones con puño[a] de hierro;
    las harás pedazos como a vasijas de barro».

10 Vosotros, los reyes, sed prudentes;
    dejaos enseñar, gobernantes de la tierra.
11 Servid al Señor con temor;
    con temblor rendidle alabanza.
12 Besadle los pies,[b] no sea que se enoje
    y seáis destruidos en el camino,
    pues su ira se inflama de repente.

¡Dichosos los que en él buscan refugio!

Footnotes

  1. 2:9 puño. Lit. cetro.
  2. 2:12 Besadle los pies. Texto de difícil traducción.

El reino del ungido de Jehová

¿Por qué se amotinan las gentes,

Y los pueblos piensan cosas vanas?

Se levantarán los reyes de la tierra,

Y príncipes consultarán unidos

Contra Jehová y contra su ungido,(A) diciendo:

Rompamos sus ligaduras,

Y echemos de nosotros sus cuerdas.

El que mora en los cielos se reirá;

El Señor se burlará de ellos.

Luego hablará a ellos en su furor,

Y los turbará con su ira.

Pero yo he puesto mi rey

Sobre Sion, mi santo monte.

Yo publicaré el decreto;

Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;

Yo te engendré hoy.(B)

Pídeme, y te daré por herencia las naciones,

Y como posesión tuya los confines de la tierra.

Los quebrantarás con vara de hierro;(C)

Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;

Admitid amonestación, jueces de la tierra.

11 Servid a Jehová con temor,

Y alegraos con temblor.

12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;

Pues se inflama de pronto su ira.

Bienaventurados todos los que en él confían.