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Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén. Salmo de David.

133 ¡Qué maravilloso y agradable es
    cuando los hermanos conviven en armonía!
Pues la armonía es tan preciosa como el aceite de la unción
    que se derramó sobre la cabeza de Aarón,
    que corrió por su barba
    hasta llegar al borde de su túnica.
La armonía es tan refrescante como el rocío del monte Hermón
    que cae sobre las montañas de Sion.
Y allí el Señor ha pronunciado su bendición,
    incluso la vida eterna.

La bienaventuranza del amor fraternal

Cántico gradual; de David.

133 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es

Habitar los hermanos juntos en armonía!

Es como el buen óleo sobre la cabeza,

El cual desciende sobre la barba,

La barba de Aarón,

Y baja hasta el borde de sus vestiduras;

Como el rocío de Hermón,

Que desciende sobre los montes de Sion;

Porque allí envía Jehová bendición,

Y vida eterna.

Cántico de los peregrinos. De David.

133 ¡Cuán bueno y cuán agradable es
    que los hermanos convivan en armonía!

Es como el buen aceite que, desde la cabeza,
    va descendiendo por la barba,
por la barba de Aarón,
    hasta el borde de sus vestiduras.
Es como el rocío de Hermón
    que va descendiendo sobre los montes de Sión.
Ciertamente allí
    el Señor envía su bendición, vida para siempre.