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Salmo 129 (128)

El Señor es justo

129 Cántico de peregrinación.
Desde mi juventud fueron muchos mis rivales,
—Israel es testigo—;
desde mi juventud fueron muchos mis rivales,
mas no han podido conmigo.
Labradores araron mi espalda,
abrieron sus largos surcos.
Pero el Señor es justo,
ha roto el yugo de los malvados.
¡Que se avergüencen y huyan
cuantos odian a Sión!
Que sean como hierba del tejado
que antes de arrancarla se seca
y no llena la mano del segador,
ni el regazo de quien ata las gavillas;
tampoco los que pasan dicen:
“¡Que os bendiga el Señor;
en nombre del Señor os bendecimos!”.

Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Sion

Cántico gradual.

129 Mucho me han angustiado desde mi juventud,

Puede decir ahora Israel;

Mucho me han angustiado desde mi juventud;

Mas no prevalecieron contra mí.

Sobre mis espaldas araron los aradores;

Hicieron largos surcos.

Jehová es justo;

Cortó las coyundas de los impíos.

Serán avergonzados y vueltos atrás

Todos los que aborrecen a Sion.

Serán como la hierba de los tejados,

Que se seca antes que crezca;

De la cual no llenó el segador su mano,

Ni sus brazos el que hace gavillas.

Ni dijeron los que pasaban:

Bendición de Jehová sea sobre vosotros;

Os bendecimos en el nombre de Jehová.

Cántico de los peregrinos.

129 Mucho me han angustiado desde mi juventud
    —que lo repita ahora Israel—,
mucho me han angustiado desde mi juventud,
    pero no han logrado vencerme.
Sobre la espalda me pasaron el arado,
    abriéndome en ella largos surcos.
Pero el Señor, que es justo,
    me libró de las ataduras de los malvados.

Que retrocedan avergonzados
    todos los que odian a Sión.
Que sean como la hierba en el techo,
    que antes de crecer se marchita;
no llena las manos del segador
    ni el regazo del que ata las gavillas.
Que al pasar nadie les diga:
    «La bendición del Señor sea con ustedes;
    los bendecimos en el nombre del Señor».