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Dios, protector del justo

Para el director del coro; sobre una lira de ocho cuerdas. Salmo de David.

12 Salva, Señor, porque el piadoso deja de ser(A);
Porque los fieles desaparecen de entre los hijos de los hombres.
Falsedad habla cada uno a su prójimo(B);
Hablan con labios lisonjeros(C) y con doblez de corazón.
Corte el Señor todo labio lisonjero,
La lengua que habla con exageración(D);
A los que han dicho: «Con nuestra lengua prevaleceremos,
Nuestros labios nos defienden; ¿quién es señor sobre nosotros(E)?».
«Por la desolación del afligido(F), por los gemidos del menesteroso,
Me levantaré ahora», dice el Señor(G); «lo pondré en la seguridad que anhela(H)».

Las palabras del Señor son palabras puras(I),
Plata probada(J) en un crisol en la tierra, siete veces refinada.
Tú, Señor, los guardarás;
De esta generación los preservarás para siempre(K).
Por todas partes se pasean los impíos(L),
Cuando la maldad es exaltada(M) entre los hijos de los hombres.

Oración pidiendo ayuda contra los malos

Al músico principal; sobre Seminit. Salmo de David.

12 Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;

Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

Habla mentira cada uno con su prójimo;

Hablan con labios lisonjeros, y con doblez de corazón.

Jehová destruirá todos los labios lisonjeros,

Y la lengua que habla jactanciosamente;

A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;

Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?

Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,

Ahora me levantaré, dice Jehová;

Pondré en salvo al que por ello suspira.

Las palabras de Jehová son palabras limpias,

Como plata refinada en horno de tierra,

Purificada siete veces.

Tú, Jehová, los guardarás;

De esta generación los preservarás para siempre.

Cercando andan los malos,

Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres.