Add parallel Print Page Options

Juicio contra los líderes de Israel

Yo dije: «¡Escuchen, líderes de Israel!
    Ustedes deberían saber cómo distinguir entre lo bueno y lo malo.
Sin embargo, ustedes mismos son los
    que odian lo bueno y aman lo malo.
Despellejan vivo a mi pueblo
    y le arrancan la carne de sus huesos.
Sí, devoran la carne de mi pueblo,
    le arrancan la piel
    y le rompen los huesos.
Los cortan en pedazos,
    como carne para la olla.
¡Y luego, cuando tienen problemas, suplican la ayuda del Señor!
    ¿Realmente esperan que él les responda?
Después de todo el mal que han hecho,
    ¡ni siquiera los mirará!».

Esto es lo que dice el Señor:
    «¡Ustedes, falsos profetas, llevan a mi pueblo por mal camino!
Prometen paz a quienes les dan de comer,
    pero le declaran la guerra a quienes se niegan a alimentarlos.
Ahora la noche caerá sobre ustedes
    y acabará con todas sus visiones.
La oscuridad los cubrirá
    y pondrá fin a sus predicciones.
El sol se pondrá para ustedes, profetas,
    y su día terminará.
Entonces ustedes, videntes, serán avergonzados
    y ustedes, adivinadores, serán deshonrados.
Cubrirán sus rostros,
    porque no hay respuesta de Dios».

Yo, en cambio, estoy lleno de poder,
    lleno del Espíritu del Señor.
Estoy lleno de justicia y de fuerza
    para denunciar con valentía el pecado y la rebelión de Israel.
¡Escúchenme, líderes de Israel!
    Ustedes odian la justicia y tuercen todo lo recto.
10 Construyen Jerusalén
    sobre cimientos de crimen y corrupción.
11 Ustedes, gobernantes, toman decisiones con base en sobornos;
    ustedes, sacerdotes, enseñan las leyes de Dios solo por dinero;
ustedes, profetas, no profetizan a menos que se les pague.
    Sin embargo, todos alegan depender del Señor.
«Nada malo nos puede suceder—dicen ustedes—
    porque el Señor está entre nosotros».
12 Por causa de ustedes, el monte Sion quedará arado como un campo abierto;
    ¡Jerusalén será reducida a escombros!
Un matorral crecerá en las cumbres,
    donde ahora se encuentra el templo.

Acusación contra los dirigentes de Israel

Dije: Oíd ahora, príncipes de Jacob, y jefes de la casa de Israel: ¿No concierne a vosotros saber lo que es justo? Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les quitáis su piel y su carne de sobre los huesos; que coméis asimismo la carne de mi pueblo, y les desolláis su piel de sobre ellos, y les quebrantáis los huesos y los rompéis como para el caldero, y como carnes en olla.

Entonces clamaréis a Jehová, y no os responderá; antes esconderá de vosotros su rostro en aquel tiempo, por cuanto hicisteis malvadas obras.

Así ha dicho Jehová acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, y claman: Paz, cuando tienen algo que comer, y al que no les da de comer, proclaman guerra contra él: Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. Y serán avergonzados los profetas, y se confundirán los adivinos; y ellos todos cerrarán sus labios, porque no hay respuesta de Dios. Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado. Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob, y capitanes de la casa de Israel, que abomináis el juicio, y pervertís todo el derecho; 10 que edificáis a Sion con sangre, y a Jerusalén con injusticia. 11 Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. 12 Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque.(A)