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16 Luego Moisés preguntó por el macho cabrío de la ofrenda de purificación, y resultó que ya había sido quemado. Se enojó entonces con Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón, y les dijo:

17 — ¿Por qué no comieron la ofrenda de purificación en lugar sagrado? Es algo muy sagrado que el Señor les ha dado para borrar los pecados de la comunidad, haciendo expiación por ella en presencia del Señor. 18 Como la sangre no fue llevada al interior del santuario, ustedes debieron haber comido la ofrenda en el lugar sagrado, como yo les mandé.

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