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El efod de Gedeón

22 Más tarde los hombres de Israel le dijeron a Gedeón:

―Sé nuestro rey. Tú, tus descendientes y todos tus hijos reinen sobre nosotros, por cuanto nos has salvado de Madián.

23 Pero Gedeón replicó:

―No seré su rey, ni tampoco lo será mi hijo. El Señor es nuestro rey. 24 Sin embargo, les pediré algo: que cada uno de ustedes me dé aretes de los que recogieron de los enemigos. (Porque las tropas de Madián, siendo ismaelitas, usaban aretes de oro).

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