Add parallel Print Page Options

17-19 Después de entregarle el dinero al rey Eglón, quien era muy gordo, inició su viaje de regreso. Pero cuando estaba en las afueras de la ciudad, en las canteras de Guilgal, se despidió de sus compañeros y regresó solo ante el rey.

―Tengo un secreto para ti —le dijo.

El rey inmediatamente hizo salir a todos los que estaban con él a fin de tener una conversación secreta con Aod. 20 Aod avanzó hasta donde estaba sentado Eglón en su sala de verano y le dijo:

―Es algo que Dios te manda.

El rey Eglón se puso de pie inmediatamente para recibir lo que Aod traía para él, 21 y Aod, con su fuerte mano izquierda sacó la daga de doble filo de debajo de su túnica y la enterró en el vientre del rey.

Read full chapter