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Venganza de Nabucodonosor

1-2 Al comienzo del año dieciocho de su reinado, el rey Nabucodonosor reunió a todos los jefes y ministros del reino. Les comunicó su decisión de vengarse de todos los pueblos que no lo habían apoyado en la guerra. También les presentó el plan que había preparado en secreto para acabar con todos esos pueblos, y todos estuvieron de acuerdo.

Tan pronto como terminó la reunión, el rey Nabucodonosor llamó al comandante general del ejército, que se llamaba Holofernes y era el segundo hombre más importante del reino. Cuando el comandante llegó, el rey le dijo:

«Yo soy el gran rey y soberano de toda la tierra, y éstas son mis órdenes. Quiero que de inmediato elijas a los soldados más valientes, para que formes un ejército de ciento veinte mil hombres de infantería, y doce mil hombres de caballería. Atacarás a todos esos pueblos que están en la región del oeste, y que no me apoyaron. Estoy muy enojado con ellos. Exígeles que se rindan, pues de lo contrario los atacaré. Hazles ver que mi ejército tiene muchos soldados. ¡Son tantos que pueden cubrir toda la tierra y apoderarse de ella! Si no se rinden, los muertos cubrirán los valles, y llenarán los ríos y los arroyos hasta desbordarse. Los que queden con vida serán sacados de sus casas y llevados lejos de su patria.

10 »Quiero que salgas de inmediato y conquistes en mi nombre a esos pueblos. Si se rinden, no les hagas ningún daño. Espera hasta que yo llegue y los castigue. 11 Pero si no se rinden, no perdones a ninguno; más bien, mátalos y quítales todo lo que tengan; no les tengas piedad. 12 ¡Juro por mi vida y por mi poderoso reino, que tomaré venganza con mis propias manos!

13 »¡Cumple mis órdenes al pie de la letra, y no te demores!»

14 El comandante Holofernes salió del palacio y de inmediato reunió a todos los jefes, generales y oficiales del ejército. 15 Tal como se lo había ordenado su rey, eligió ciento veinte mil soldados de infantería y doce mil soldados de caballería expertos en el manejo del arco y la flecha. 16 A todos ellos los organizó para la guerra. 17 Holofernes consiguió muchos camellos, burros y mulos para cargar el equipaje, y compró una gran cantidad de ovejas, toros y cabras para alimentar a su ejército. 18 Luego preparó suficientes provisiones para cada soldado, y sacó del tesoro del reino una gran cantidad de oro y plata para el viaje.

19-21 Holofernes salió de Nínive antes que el rey Nabucodonosor. Sus planes eran cubrir con su ejército toda la región del oeste. Detrás del ejército marchaba una gran cantidad de gente, tanta que parecía una nube de saltamontes o moscas. No se sabía cuánta gente iba, pues era como los granos de arena en el mar, que no se pueden contar.

Después de tres días de viaje, Holofernes y su ejército llegaron a la llanura de Bectilet. Luego se dirigieron a la montaña que está arriba de Cilicia norte, y allí acamparon. 22 Desde este lugar, Holofernes dirigió a todo su poderoso ejército hacia la región montañosa. 23 Destruyó los pueblos de Fud y Lud, y a los habitantes de Rasís. A los ismaelitas que vivían al sur de Queleón, al borde del desierto, les quitó todo lo que tenían.

24 Después Holofernes y su ejército cruzaron el río Éufrates, y atravesaron la región de Mesopotamia. Destruyeron todas las ciudades amuralladas que se extendían desde el arroyo de Abroná hasta el mar Mediterráneo. 25 Se apoderaron de la región de Cilicia, y derrotaron a todos los que se les enfrentaron. De allí pasaron a la frontera sur de la región de Jafet, frente a Arabia, 26 rodearon a los madianitas, incendiaron sus campos y se quedaron con sus ganados. 27 De allí bajaron a la llanura de Damasco, en la época de la cosecha del trigo. Quemaron todos sus campos y mataron todo su ganado; saquearon las ciudades y mataron a todos los jóvenes.

28 Al enterarse de esto, se llenaron de miedo todos los habitantes de la costa del Mediterráneo, es decir, los pueblos de Sidón, Tiro, Oquiná, Jabnia, Asdod, Ascalón y Sur.