¹¹ Este principio de Sus señales^[a](A) hizo Jesús en Caná de Galilea^(B), y manifestó Su gloria^(C), y Sus discípulos creyeron en Él.

¹² Después de esto Jesús bajó a Capernaúm^(D) con Su madre, Sus hermanos^(E) y Sus discípulos^(F); pero no se quedaron allí muchos días.

Jesús echa a los mercaderes del templo

¹³ La Pascua de los judíos estaba cerca^(G), y Jesús subió a Jerusalén^(H). ^14 (I)En el templo encontró a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los que cambiaban dinero allí sentados. ¹⁵ Y haciendo un látigo de cuerdas, echó a todos fuera del templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los que cambiaban el dinero y volcó las mesas. ¹⁶ A los que vendían palomas les dijo^(J): «Quiten esto de aquí; no hagan de la casa de Mi Padre^(K) una casa de comercio».

¹⁷ Sus discípulos^(L) se acordaron de que estaba escrito: «El celo por Tu casa me consumirá^(M)».

¹⁸ Entonces los judíos^(N) le dijeron: «Ya que haces estas cosas, ¿qué señal^(O) nos muestras?». ¹⁹ Jesús les respondió: «Destruyan este templo^[b], y en tres días lo levantaré^(P)». ²⁰ Entonces los judíos^(Q) dijeron: «En cuarenta y seis años fue edificado este templo^[c](R), ¿y Tú lo levantarás en tres días?».

²¹ Pero Él hablaba del templo^[d] de Su cuerpo^(S). ²² Por eso, cuando resucitó de los muertos, Sus discípulos^(T) se acordaron^(U) de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura^(V) y en la palabra que Jesús había hablado.

Los primeros creyentes en Jerusalén

²³ Cuando Jesús estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua^(W), muchos creyeron en Su nombre al ver las señales^(X) que hacía. ²⁴ Pero Jesús, en cambio, no se confiaba en ellos, porque los conocía a todos^(Y), ²⁵ y^[e] no tenía necesidad de que nadie le diera testimonio del hombre, porque Él conocía lo que había en el interior del hombre^(Z).