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17 no quedando un solo hombre en Ay (ni en Betel) que no saliera en persecución de Israel. Así que, por perseguir a Israel, dejaron la ciudad indefensa.

18 El Señor dijo entonces a Josué:

— Apunta hacia Ay con el dardo que tienes en tu mano, porque te la voy a entregar.

Josué apuntó hacia la ciudad con el dardo que tenía en la mano. 19 Tan pronto como extendió la mano, los emboscados salieron rápidamente de su escondite, y entraron a la carrera en la ciudad, se apoderaron de ella e inmediatamente la incendiaron.

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