Add parallel Print Page Options

22 ¡que los brazos se me caigan de los hombros,
    que se me disloquen de sus articulaciones!
23 Siempre he sido temeroso del castigo de Dios;
    ¡ante su majestad no podría resistir!

24 »¿Acaso he puesto en el oro mi confianza,
    o le he dicho al oro puro: “En ti confío”?

Read full chapter