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Nadie volverá a ensalzar a Moab,
en Jesbón se fraguó su desgracia:
“¡Vamos a extirparla de las naciones!”.
También Madmén enmudece,
la espada corre tras ella.
Salen gritos de Joronáin:
gran desolación y desastre.
Moab está hecha pedazos,
lanzan gritos sus pequeños.

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