Add parallel Print Page Options

Por eso ya no pude contener mi ira, y mi furor se derramó sobre las ciudades de Judá y por las calles de Jerusalén, las cuales quedaron destruidas y abandonadas hasta el día de hoy.”

»Ahora, pues, así ha dicho el Señor de los ejércitos y Dios de Israel: “¿Por qué cometen tan grande mal contra ustedes mismos? ¿Por qué han de ser borrados de entre Judá hombres y mujeres, jóvenes y niños de pecho, sin que les quede un sólo sobreviviente? ¿Por qué me hacen enojar con las obras de sus manos y ofrecen incienso a dioses ajenos en Egipto, adonde han llegado para vivir? ¿Por qué quieren ser eliminados y acabar siendo motivo de maldición y de oprobio a todas las naciones de la tierra?

Read full chapter