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Esto es lo que el SEÑOR le dice
    a la gente de Judá y de Jerusalén:
«Quebranten el barbecho para cultivarlo
    y no planten semillas entre los espinos.
Gente de Judá y de Jerusalén,
    circunciden sus corazones en honor al SEÑOR,
    que no quede nada de lo que eran antes.[a]
No sea que por toda su maldad
    mi ira se derrame sobre ustedes como fuego
    y arda mi furia sin que nadie pueda calmarla.

Amenaza de invasión desde el norte

»Díganle esto a la gente de Judá
    y hagan que los habitantes de Jerusalén lo escuchen:
Toquen la trompeta, griten fuerte:
    “Reúnanse todos y vayan a las ciudades amuralladas”.

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Footnotes

  1. 4:4 que no […] antes Textualmente quiten el prepucio de su corazón.