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Aun las ciervas en los campos
paren y abandonan la cría,
porque no hay hierba.
Los asnos monteses
se ponen en las alturas
y aspiran el viento como los chacales,
pero sus ojos se ofuscan
porque no hay hierba.»

Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, Jehová,
¡actúa por amor de tu nombre!
Porque nuestras rebeliones se han multiplicado,
contra ti hemos pecado.

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