Add parallel Print Page Options

»Si un extranjero me adora,
no tiene por qué decir:
“Dios me apartará de su pueblo”.
El hombre que no puede tener hijos
tampoco debe decir:
“Yo parezco un árbol seco”.
Porque si estos hombres
respetan el día de descanso,
si me obedecen y son fieles a mi pacto,
yo les daré algo mejor
que tener hijos e hijas:
haré que el nombre de ellos
quede grabado para siempre
en los muros de mi templo.
Les daré un nombre eterno
que nunca será borrado.

Read full chapter