Add parallel Print Page Options

El Señor de los ejércitos protegerá a Jerusalén como protegen las aves a sus polluelos: la librará, la preservará y la salvará.

Ustedes, israelitas: ¡vuélvanse a aquel contra quien tanto se han rebelado! Ciertamente, cuando llegue ese día, todos ustedes arrojarán los ídolos de oro y plata que se hicieron con sus manos pecadoras.

Read full chapter