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33 El Señor, Dios de los ejércitos,
Desgajará el ramaje con terrible crujido.
Los árboles de gran altura serán cortados(A),
Los más elevados serán abatidos.

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33 He aquí el Señor, Jehová de los ejércitos, desgajará el ramaje con violencia, y los árboles de gran altura serán cortados, y los altos serán humillados.

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34 Él cortará la espesura del bosque con hacha de hierro,
Y el Líbano(A) caerá ante el Poderoso[a].

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Footnotes

  1. Isaías 10:34 O como un poderoso.

34 Y cortará con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá con estruendo.

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Dirás: “Así dice el Señor Dios:
‘Una gran águila de grandes alas(A),
Largos piñones y espeso plumaje de muchos colores,
Vino al Líbano y se llevó la copa del cedro(B);

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Y dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: Una gran águila, de grandes alas y de largos miembros, llena de plumas de diversos colores, vino al Líbano, y tomó el cogollo del cedro.

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Arrancó el más alto de sus renuevos,
Lo llevó a una tierra de mercaderes
Y lo puso en una ciudad de comerciantes.

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Arrancó el principal de sus renuevos y lo llevó a tierra de mercaderes, y lo puso en una ciudad de comerciantes.

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22 Así dice el Señor Dios: «Yo también tomaré un renuevo de lo más alto de la copa del cedro y lo plantaré; arrancaré de la punta de sus renuevos uno tierno y lo plantaré en un monte alto y eminente(A).

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22 Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime.

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16 Al estruendo de su caída(A) hice temblar a las naciones, cuando lo hice descender al Seol con los que descienden a la fosa(B). Entonces todos los árboles bien regados del Edén, los escogidos y los mejores del Líbano(C), se consolaron en las profundidades de la tierra(D).

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16 Del estruendo de su caída hice temblar a las naciones, cuando las hice descender al Seol con todos los que descienden a la sepultura; y todos los árboles escogidos de Edén, y los mejores del Líbano, todos los que beben aguas, fueron consolados en lo profundo de la tierra.

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10 ”Y las visiones de mi mente, que vi estando en mi cama(A), fueron así:

Vi un árbol en medio de la tierra,
Cuya altura era muy grande(B).

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10 Estas fueron las visiones de mi cabeza mientras estaba en mi cama: Me parecía ver en medio de la tierra un árbol, cuya altura era grande.

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20 El árbol que vio, que se hizo fuerte y corpulento, cuya copa[a] llegaba hasta el cielo y que era visible en toda la tierra(A), 21 y cuyo follaje era hermoso y su fruto abundante, y en el que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, 22 es usted, oh rey, que se ha hecho grande y fuerte, su grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo, y su dominio(B) hasta los confines de la tierra(C).

23 ”En cuanto al vigilante, al santo que el rey vio, que descendía del cielo y decía: ‘Derriben el árbol y destrúyanlo, pero dejen el tocón con[b] sus raíces en la tierra, con ataduras de hierro y bronce en la hierba del campo, y que se empape con el rocío del cielo, y que comparta[c] con las bestias del campo(D), hasta que pasen sobre él siete años[d](E)’,

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Footnotes

  1. Daniel 4:20 O altura.
  2. Daniel 4:23 Lit. de.
  3. Daniel 4:23 Lit. sea su porción.
  4. Daniel 4:23 Lit. tiempos.

20 El árbol que viste, que crecía y se hacía fuerte, y cuya copa llegaba hasta el cielo, y que se veía desde todos los confines de la tierra, 21 cuyo follaje era hermoso, y su fruto abundante, y en que había alimento para todos, debajo del cual moraban las bestias del campo, y en cuyas ramas anidaban las aves del cielo, 22 tú mismo eres, oh rey, que creciste y te hiciste fuerte, pues creció tu grandeza y ha llegado hasta el cielo, y tu dominio hasta los confines de la tierra. 23 Y en cuanto a lo que vio el rey, un vigilante y santo que descendía del cielo y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas la cepa de sus raíces dejaréis en la tierra, con atadura de hierro y de bronce en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y con las bestias del campo sea su parte, hasta que pasen sobre él siete tiempos;

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