Add parallel Print Page Options

Dios, que conoce el corazón(A), les dio testimonio dándoles el Espíritu Santo, al igual que a nosotros(B); y ninguna distinción hizo entre nosotros y ellos(C), purificando por la fe sus corazones(D).

10 »Ahora pues, ¿por qué tientan a Dios(E) poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar(F)?

Read full chapter