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Jacob obtiene la bendición de Isaac

27 Aconteció que cuando Isaac envejeció y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo:

—¡Hijo mío!

Él respondió:

—Aquí estoy.

—Ya soy viejo —dijo Isaac— y no sé el día de mi muerte.

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