El profeta, centinela de su pueblo

33 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, habla con tu pueblo y dile: “Cuando yo envío la espada a algún país, y la gente de ese país escoge a un hombre y lo pone por centinela, si este ve venir la espada sobre el país, toca la trompeta para advertir al pueblo. Entonces, si alguien escucha la trompeta, pero no se da por advertido, y llega la espada y lo mata, él mismo será el culpable de su propia muerte. Como escuchó el sonido de la trompeta, pero no prestó atención, será responsable de su propia muerte, pues si hubiera estado atento se habría salvado. Ahora bien, si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta para prevenir al pueblo, y viene la espada y mata a alguien, esa persona perecerá por su maldad, pero al centinela yo le pediré cuentas de esa muerte”.

»Hijo de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por tanto, cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte. Cuando yo diga al malvado: “¡Vas a morir!”, y tú no le adviertes al malvado de su mala conducta, ese malvado morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte. En cambio, si tú adviertes al malvado que cambie su mala conducta y no lo hace, él morirá por causa de su pecado, pero tú habrás salvado tu vida.

10 »Hijo de hombre, di a los israelitas: “Ustedes dicen: ‘Nuestras rebeliones y nuestros pecados pesan sobre nosotros, y nos estamos consumiendo en vida. ¿Cómo podremos vivir?’ ”. 11 Diles: “Tan cierto como que yo vivo, afirma el Señor y Dios, no me alegro con la muerte del malvado, sino con que se convierta de su mala conducta y viva. ¡Conviértete, pueblo de Israel; conviértete de tu conducta perversa! ¿Por qué habrás de morir?”.

12 »Tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: “Al justo no lo salvará su justicia el día en que desobedezca; y la maldad del impío no le será motivo de tropiezo si se convierte. Si el justo desobedece, no se podrá salvar por su justicia anterior. 13 Si yo digo al justo: ‘¡Vivirás!’, pero él confía en su propia justicia y hace lo malo, no se tomará en cuenta su justicia, sino que morirá por causa de la maldad que cometió. 14 En cambio, si digo al malvado: ‘¡Morirás!’, pero luego él se convierte de su pecado y actúa con justicia y rectitud, 15 y devuelve lo que tomó en prenda y restituye lo que robó, y obedece los estatutos de vida, sin cometer ninguna iniquidad, ciertamente vivirá y no morirá. 16 No se tomarán en cuenta contra él todos los pecados que antes cometió y vivirá por haber actuado con justicia y rectitud”.

17 »Los hijos de tu pueblo dicen: “El Señor es injusto”. En realidad, son ellos los injustos. 18 Si el justo se aparta de su justicia y hace lo malo, morirá a causa de ello. 19 Y, si el malvado deja de hacer lo malo y actúa con justicia y rectitud, vivirá. 20 Sin embargo, ustedes siguen diciendo: “El Señor es injusto”. Pero yo, israelitas, los juzgaré a cada uno de ustedes según su conducta».

La caída de Jerusalén

21 El día quinto del mes décimo del año duodécimo de nuestro exilio, un fugitivo que había huido de Jerusalén vino y me dio esta noticia: «La ciudad ha sido conquistada». 22 La noche anterior, antes de que el fugitivo llegara hasta mí por la mañana, la mano del Señor vino sobre mí y abrió mi boca. Así fue abierta mi boca y dejé de estar en silencio.

23 Luego la palabra del Señor vino a mí y me dijo: 24 «Hijo de hombre, la gente que vive en esas ruinas en la tierra de Israel anda diciendo: “Si Abraham, que era uno solo, llegó a poseer todo el país, con mayor razón nosotros, que somos muchos, habremos de recibir la tierra en posesión”. 25 Por tanto, adviérteles que así dice el Señor y Dios: “Ustedes comen carne con sangre, adoran a sus ídolos y derraman sangre, ¿y aun así pretenden poseer el país? 26 Además, confían en sus espadas, cometen abominaciones, cada uno de ustedes deshonra a la mujer de su prójimo, ¿y aun así pretenden poseer el país?”.

27 »Por tanto, adviérteles que así dice el Señor y Dios: “Tan cierto como que yo vivo, los que habitan en las ruinas morirán a filo de espada; a los que andan por el campo abierto los daré como pasto a las fieras; los que están en las fortalezas y en las cuevas morirán a causa de la plaga. 28 Convertiré la tierra en un desierto desolado y se acabará el orgullo de su poder. Los montes de Israel quedarán devastados y nadie más pasará por ellos. 29 Entonces sabrán que yo soy el Señor, cuando haya convertido la tierra en un desierto desolado, por culpa de todas las abominaciones que han cometido”.

30 »En cuanto a ti, hijo de hombre, los de tu pueblo hablan de ti junto a los muros y en las puertas de las casas. Se dicen unos a otros: “Vamos a escuchar el mensaje que nos envía el Señor”. 31 Acuden a ti en masa, y se sientan delante de ti y escuchan tus palabras, pero luego no las practican. Me halagan de labios para afuera, pero sus corazones[a] solo buscan las ganancias injustas. 32 En realidad, tú eres para ellos tan solo alguien que entona canciones de amor con una voz hermosa y toca bien un instrumento; oyen tus palabras, pero no las ponen en práctica.

33 »No obstante, cuando todo esto suceda —y en verdad está a punto de cumplirse—, sabrán que hubo un profeta entre ellos».

Pastores y ovejas

34 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor y Dios: “¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que solo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la débil, no cuidan de la enferma ni curan a la herida. No han traído a la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia. Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Y cuando se dispersaron se convirtieron en alimento de las bestias del campo. Mis ovejas vagan por montes y colinas, dispersas por toda la tierra, sin que nadie se preocupe por buscarlas.

»”Por tanto, pastores, escuchen bien la palabra del Señor. El Señor y Dios afirma: Por falta de pastor mis ovejas han sido objeto del pillaje y han estado a merced de las bestias del campo. Mis pastores no se ocupan de mis ovejas; cuidan de sí mismos, pero no de mis ovejas. Tan cierto como que yo vivo, esto es así. Por tanto, pastores, escuchen la palabra del Señor. 10 Así dice el Señor y Dios: Yo estoy en contra de los pastores. Les pediré cuentas de mi rebaño; les quitaré la responsabilidad de apacentar a mis ovejas y no se apacentarán más a sí mismos. Rescataré mis ovejas de su boca, para que no les sirvan de alimento.

11 »”Así dice el Señor y Dios: Yo mismo me encargaré de buscar y de cuidar a mi rebaño. 12 Como un pastor que cuida de sus ovejas cuando están dispersas, así me ocuparé de mis ovejas y las rescataré de todos los lugares donde, en un día oscuro y de nubarrones, fueron dispersadas. 13 Yo las sacaré de entre las naciones; las reuniré de los países y las llevaré a su tierra. Las apacentaré en los montes de Israel, en los canales de los ríos y en todos los poblados del país. 14 Las haré pastar en los mejores prados y en los montes altos de Israel estará su pastizal. Allí descansarán en un buen lugar de pastoreo y se alimentarán de los mejores pastos de los montes de Israel. 15 Yo mismo apacentaré mi rebaño y lo llevaré a descansar, afirma el Señor y Dios. 16 Buscaré a las perdidas, haré volver a las descarriadas, vendaré a las heridas y fortaleceré a las débiles, pero destruiré a la robusta y fuerte. Yo las pastorearé con justicia.

17 »”En cuanto a ti, rebaño mío, esto es lo que dice el Señor y Dios: Juzgaré entre ovejas y ovejas, y entre carneros y machos cabríos. 18 ¿No les basta con comerse los mejores pastos, sino que tienen también que pisotear lo que queda? ¿No les basta con beber agua limpia, sino que tienen que enturbiar el resto con las patas? 19 Por eso mis ovejas tienen ahora que comerse el pasto que ustedes han pisoteado y beberse el agua que ustedes han enturbiado.

20 »”Por eso, así dice el Señor y Dios: Yo mismo voy a juzgar entre las ovejas gordas y las flacas. 21 Por cuanto han empujado con el costado y con el hombro, y han atacado a cornadas a las más débiles, hasta dispersarlas, 22 voy a salvar a mis ovejas, y ya no les servirán de presa. Yo juzgaré entre una oveja y otra. 23 Entonces les daré un pastor, mi siervo David, que las apacentará y será su único pastor. 24 Yo, el Señor, seré su Dios y mi siervo David será su príncipe. Yo, el Señor, lo he dicho.

25 »”Estableceré con ellos un pacto de paz: haré desaparecer del país a las bestias feroces, para que mis ovejas puedan vivir en el desierto y dormir en los bosques con seguridad. 26 Haré de ellos y los alrededores de mi colina una fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno. 27 Los árboles del campo darán su fruto, la tierra entregará sus cosechas y ellas vivirán seguras en su propia tierra. Y, cuando yo haga pedazos su yugo y las libere de sus tiranos, entonces sabrán que yo soy el Señor. 28 Ya no volverán a ser presa de las naciones ni serán devoradas por las bestias de la tierra. Vivirán seguras y nadie les infundirá temor. 29 Les daré una tierra famosa por sus cosechas. No sufrirán hambre en la tierra ni tendrán que soportar los insultos de las naciones. 30 Entonces sabrán que yo, el Señor su Dios, estoy con ellos y que ellos, el pueblo de Israel, son mi pueblo. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo. 31 Ustedes son las ovejas de mi prado y yo soy su Dios, afirma el Señor y Dios”».

Profecía contra Edom

35 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, vuélvete hacia la montaña de Seír y profetiza contra ella. Adviértele que así dice el Señor y Dios: “Aquí estoy contra ti, montaña de Seír. Contra ti extenderé mi mano, y te convertiré en un desierto desolado. Tus ciudades serán destruidas, y tú quedarás en ruinas. Entonces sabrás que yo soy el Señor.

»”Porque mantienes una antigua enemistad entregaste a los hijos de Israel al poder de la espada en el día de su castigo final. Por lo tanto, tan cierto como que yo vivo, afirma el Señor y Dios, te entregaré a la sangre y la sangre te perseguirá. Porque no aborreciste el derramamiento de sangre, esta te perseguirá. Haré de la montaña de Seír un desierto desolado y exterminaré a todo el que pase o venga por allí. Llenaré de heridos tus montes; los que han muerto a filo de espada cubrirán tus colinas, tus valles y los canales de tus ríos. Para siempre te convertiré en una ruina perpetua; tus ciudades quedarán deshabitadas. Entonces sabrás que yo soy el Señor.

10 »”Porque tú has dicho: ‘Estas dos naciones y los dos territorios serán míos, yo seré su dueño’, aunque yo el Señor estaba allí. 11 Por lo tanto, tan cierto como que yo vivo, haré contigo conforme al furor y celo con que tú actuaste en tu odio contra ellos, afirma el Señor y Dios. Y cuando yo te juzgue me daré a conocer entre ellos. 12 Entonces sabrás que yo, el Señor, he oído todas las injurias que has proferido contra las montañas de Israel. Tú dijiste: ‘¡Están devastados, nos han sido entregados para devorarlos!’. 13 Me has desafiado con arrogancia y has multiplicado tus palabras contra mí; yo te he escuchado. 14 Así dice el Señor y Dios: Para alegría de toda la tierra, te dejaré en ruinas. 15 Así como se alegraron cuando quedó desolada la herencia del pueblo de Israel, también yo me alegraré de ti. Tú, montaña de Seír, y todo el territorio de Edom quedarán desolados. Así sabrán que yo soy el Señor”.

Profecía sobre las montañas de Israel

36 »Tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel y diles: “Montes de Israel, escuchen la palabra del Señor. Así dice el Señor y Dios: El enemigo se ha burlado de ustedes diciendo: ‘Las antiguas montañas ya son nuestras’ ”. Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el Señor y Dios: “A ustedes los han asolado y arrasado por todas partes. Se han convertido en posesión del resto de las naciones y además han sido objeto de burla y de insultos de la gente. Por eso, montes de Israel, escuchen la palabra del Señor y Dios. Así habla el Señor y Dios a los montes y a las colinas, a los canales de los ríos y a los valles, a las ruinas desoladas y a los pueblos deshabitados, saqueados y escarnecidos por los pueblos vecinos. Esto dice el Señor y Dios: En el ardor de mi celo me he pronunciado contra el resto de las naciones y contra todo Edom, porque con mucha alegría y malicia en su corazón[b] se han apoderado de mi tierra para destruirla y saquearla”. Por eso, profetiza acerca de la tierra de Israel. Adviérteles a los montes y a las colinas, a los canales de los ríos y a los valles, que así dice el Señor y Dios: “En mi celo y en mi furor he hablado, porque ustedes han sufrido la deshonra de las naciones. Por eso, así dice el Señor y Dios: Juro solemnemente con la mano en alto que las naciones vecinas también sufrirán su propia deshonra.

»”Ustedes, en cambio, montes de Israel, echarán ramas y producirán frutos para mi pueblo Israel, porque pronto volverán a casa. Yo estoy preocupado por ustedes y los voy a proteger. Ustedes, los montes, volverán a ser sembrados y cultivados; 10 multiplicaré al pueblo de Israel. Las ciudades serán repobladas y reconstruidas las ruinas. 11 Haré que tanto los hombres como los animales se multipliquen; serán fecundos y numerosos. Los poblaré como en tiempos pasados y los haré prosperar más que antes. Entonces sabrán que yo soy el Señor. 12 Haré que mi pueblo Israel transite por el territorio de ustedes. Él te poseerá y tú serás parte de su herencia; nunca más los privarás de sus hijos.

13 »”Así dice el Señor y Dios: Por cuanto te han dicho que devoras a la gente y dejas sin hijos a tu propio pueblo, 14 el Señor y Dios afirma: Ya no devorarás más a la gente ni dejarás sin hijos a tu pueblo. 15 Nunca más te haré oír el ultraje de las naciones; no tendrás que volver a soportar los insultos de los pueblos, ni serás causa de tropiezo para tu nación, afirma el Señor y Dios”».

16 La palabra del Señor vino a mí otra vez y me dijo: 17 «Hijo de hombre, cuando los israelitas habitaban en su propia tierra, ellos mismos la contaminaron con su conducta y sus acciones. Su conducta ante mí era semejante a la impureza de una mujer en sus días de menstruación. 18 Por eso, por haber derramado tanta sangre sobre la tierra y por haberla contaminado con sus ídolos, desaté mi furor contra ellos. 19 Los dispersé entre las naciones y quedaron esparcidos entre diversos pueblos. Los juzgué según su conducta y sus acciones. 20 Pero al llegar a las distintas naciones, ellos profanaban mi santo nombre, pues se decía de ellos: “Son el pueblo del Señor, pero han tenido que abandonar su tierra”. 21 Así que tuve que defender mi santo nombre, el cual los israelitas profanaban entre las naciones por donde iban.

22 »Por eso, adviértele al pueblo de Israel que así dice el Señor y Dios: “Voy a actuar, pero no por ustedes, sino por causa de mi santo nombre, que ustedes han profanado entre las naciones por donde han ido. 23 Daré a conocer la grandeza de mi santo nombre, el cual ha sido profanado entre las naciones, el mismo que ustedes han profanado entre ellas. Cuando dé a conocer mi santidad entre ustedes, las naciones sabrán que yo soy el Señor, afirma el Señor y Dios.

24 »”Los sacaré de entre las naciones, los reuniré de entre todos los pueblos y los haré regresar a su propia tierra. 25 Los rociaré con agua pura, y quedarán purificados. Los limpiaré de todas sus impurezas e idolatrías. 26 Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes; quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen y les pondré un corazón de carne. 27 Infundiré mi Espíritu en ustedes y haré que sigan mis estatutos y obedezcan mis leyes. 28 Vivirán en la tierra que di a sus antepasados; ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios. 29 Los libraré de todas sus impurezas. Haré que tengan trigo en abundancia y no permitiré que pasen hambre. 30 Multiplicaré el fruto de los árboles y las cosechas del campo para que no sufran más entre las naciones la deshonra de pasar hambre. 31 Así se acordarán ustedes de su mala conducta y de sus acciones perversas; además, sentirán vergüenza por sus propias iniquidades y abominaciones. 32 Y quiero que sepan que esto no lo hago por consideración a ustedes, afirma el Señor y Dios. ¡Avergüéncense y humíllense por su conducta, pueblo de Israel!”.

33 »Así dice el Señor y Dios: El día que yo los purifique de todas sus iniquidades, poblaré las ciudades y reconstruiré las ruinas. 34 Se cultivará la tierra desolada; ya no estará desierta a la vista de cuantos pasan por ella. 35 Entonces se dirá: “Esta tierra, que antes yacía devastada, es ahora un jardín de Edén; las ciudades que antes estaban en ruinas, desoladas y destruidas, están ahora habitadas y fortificadas”. 36 Entonces las naciones que quedaron a su alrededor sabrán que yo, el Señor, reconstruí lo que estaba derribado y replanté lo que había quedado como desierto. Yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré.

37 »Así dice el Señor y Dios: Una vez más cederé a la súplica del pueblo de Israel y haré esto por ellos: haré que su pueblo sea tan numeroso como un rebaño. 38 Tan numeroso como el rebaño para las ofrendas en Jerusalén durante las fiestas solemnes; así se llenarán de multitudes las ciudades en ruinas. Entonces sabrán que yo soy el Señor».

El valle de los huesos secos

37 La mano del Señor vino sobre mí; su Espíritu me llevó y me colocó en medio de un valle que estaba lleno de huesos. Me hizo pasearme entre ellos, de un lado para otro. Pude ver que los huesos que cubrían el valle estaban muy secos y eran muchos. Entonces me dijo: «Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?».

Y yo contesté: «Señor y Dios, tú lo sabes».

Entonces me dijo: «Profetiza sobre estos huesos y diles: “¡Huesos secos, escuchen la palabra del Señor! Así dice el Señor y Dios a estos huesos: ‘Yo haré entrar en ustedes espíritu y vivirán. Les pondré tendones, haré que les salga carne, los cubriré de piel y les daré aliento de vida. Así vivirán y sabrán que yo soy el Señor’ ”».

Tal y como me lo ordenó, profeticé. Y mientras profetizaba, se escuchó un ruido que sacudió la tierra, y los huesos comenzaron a unirse entre sí. Yo me fijé y vi que en ellos aparecían tendones, les salía carne y se recubrían de piel. ¡Pero no había espíritu en ellos!

Entonces el Señor me dijo: «Profetiza, hijo de hombre; profetiza al espíritu y dile: “Esto ordena el Señor y Dios: ‘Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos y vivirán’ ”». 10 Yo profeticé, tal como él me lo había ordenado y el espíritu entró en ellos; entonces vivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército numeroso!

11 Luego me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son el pueblo de Israel. Ellos andan diciendo: “Nuestros huesos se han secado. Ya no tenemos esperanza. ¡Estamos perdidos!”. 12 Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el Señor y Dios: “Pueblo mío, abriré tus tumbas, te sacaré de ellas y te haré regresar a la tierra de Israel. 13 Y, cuando haya abierto tus tumbas y te haya sacado de allí, entonces, pueblo mío, sabrás que yo soy el Señor. 14 Pondré mi Espíritu en ustedes y vivirán. Y te estableceré en tu propia tierra. Entonces sabrás que yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré, afirma el Señor”».

Unificación de Judá e Israel

15 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: 16 «Hijo de hombre, toma una vara y escribe sobre ella: “Para Judá y sus aliados los israelitas”. Luego toma otra vara y escribe: “Para José, vara de Efraín y todos sus aliados los israelitas”. 17 Júntalas, la una con la otra, de modo que formen una sola vara en tu mano.

18 »Cuando la gente de tu pueblo te pregunte: “¿Qué significa todo esto?”, 19 tú responderás que así dice el Señor y Dios: “Voy a tomar la vara de José que está en la mano de Efraín y a las tribus de Israel que están unidas a él, y la juntaré a la vara de Judá. Así haré con ellos una sola vara y en mi mano serán una sola”. 20 Sostén en tu mano las varas sobre las cuales has escrito, para que las vean. 21 Entonces adviérteles que así dice el Señor y Dios: “Tomaré a los israelitas de entre las naciones por donde han andado; los reuniré de todas partes y los haré regresar a su propia tierra. 22 Y en esta tierra, en los montes de Israel, haré de ellos una sola nación. Todos estarán bajo un solo rey; nunca más serán dos naciones ni estarán divididos en dos reinos. 23 Ya no se contaminarán más con sus ídolos, ni con sus iniquidades ni actos abominables. Yo los libraré y los purificaré de todas sus infidelidades.[c] Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.

24 »”Mi siervo David será su rey y todos tendrán un solo pastor. Caminarán según mis leyes, cumplirán mis estatutos y los pondrán en práctica. 25 Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, donde vivieron sus antepasados. Ellos, sus hijos y sus nietos vivirán allí para siempre y mi siervo David será su príncipe eterno. 26 Y haré con ellos un pacto de paz. Será un pacto eterno. Y los estableceré y haré que se multipliquen; pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27 Habitaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 28 Y, cuando mi santuario esté para siempre en medio de ellos, las naciones sabrán que yo, el Señor, he hecho de Israel un pueblo santo”».

Profecía contra Gog

38 La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog, de la tierra de Magog, príncipe supremo de Mésec y Tubal. Profetiza contra él y adviértele que así dice el Señor y Dios: “Yo estoy contra ti, Gog, príncipe supremo de Mésec y Tubal. Te haré venir, te pondré garfios en las mandíbulas y te sacaré con todo tu ejército, caballos y jinetes. Todos ellos están bien armados; son una multitud enorme, con escudos y broqueles; todos ellos empuñan la espada. Con ellos están Persia, Cus y Fut, todos ellos armados con escudos y cascos. Gómer también está allí, con todas sus tropas; y desde el norte lejano, Bet Togarma, con todas sus tropas y muchos ejércitos que son tus aliados.

»”Prepárate, mantente alerta, tú y toda la multitud que está reunida a tu alrededor; ponlos bajo tu mando. Al cabo de muchos días se te encomendará una misión. Después de muchos años invadirás un país que ha sido rescatado de la espada. Ese país estuvo en ruinas durante mucho tiempo, pero ha sido reunido de entre los muchos pueblos en los montes de Israel. Ha sido sacado de entre las naciones y ahora vive confiado. Pero tú lo invadirás como un huracán. Tú, con todas tus tropas y todos tus aliados, serás como un nubarrón que cubrirá la tierra.

10 »”Así dice el Señor y Dios: En aquel día harás proyectos y maquinarás un plan perverso. 11 Dirás: ‘Invadiré un país indefenso; atacaré a gente pacífica que habita confiada en ciudades sin muros, puertas y cerrojos. 12 Lo saquearé y me llevaré el botín. Atacaré a las ciudades reconstruidas de entre las ruinas, al pueblo reunido allí de entre las naciones. Es un pueblo rico en ganado y posesiones, que se cree el centro del mundo’. 13 La gente de Sabá y Dedán, los comerciantes de Tarsis y todos sus potentados, te preguntarán: ‘¿A qué vienes? ¿A despojarnos de todo lo nuestro? ¿Para eso reuniste a tus tropas? ¿Para quitarnos la plata y el oro, y llevarte nuestros ganados y posesiones? ¿Para alzarte con un enorme botín?’ ”.

14 »Por eso, hijo de hombre, profetiza contra Gog y adviértele que así dice el Señor y Dios: “En aquel día, ¿acaso no te enterarás de que mi pueblo Israel vive confiado? 15 Vendrás desde el lejano norte, desde el lugar donde habitas, junto con otros pueblos numerosos. Todos ellos vendrán montados a caballo; serán una gran multitud, un ejército poderoso. 16 En los últimos días atacarás a mi pueblo Israel y, como un nubarrón, cubrirás el país. Yo haré que tú, Gog, vengas contra mi tierra, para que las naciones me conozcan al ver que, por medio de ti, mi santidad se manifiesta ante todas ellas.

17 »”Así dice el Señor y Dios: A ti me refería yo cuando en tiempos antiguos hablé por medio de mis siervos, los profetas de Israel. En aquel tiempo, y durante años, ellos profetizaron que yo te haría venir contra los israelitas. 18 Pero el día en que Gog invada a Israel, mi ira se encenderá con furor, afirma el Señor y Dios. 19 En el ardor de mi ira, declaro que en aquel momento habrá un gran terremoto en la tierra de Israel. 20 Ante mí temblarán los peces del mar, las aves del cielo, las bestias del campo, los reptiles que se arrastran y toda la gente que hay sobre la faz de la tierra. Se derrumbarán los montes, se desplomarán las pendientes escarpadas y todos los muros se vendrán abajo. 21 En todos los montes convocaré a la guerra contra Gog y la espada de cada cual se volverá contra su prójimo, afirma el Señor y Dios. 22 Yo juzgaré a Gog con plaga y con sangre; sobre él y sobre sus tropas, lo mismo que sobre todas sus naciones aliadas, haré caer lluvias torrenciales, granizo, fuego y azufre. 23 De esta manera mostraré mi grandeza y mi santidad; me daré a conocer ante muchas naciones. Entonces sabrán que yo soy el Señor”.

Derrota de Gog

39 »Hijo de hombre, profetiza contra Gog y adviértele que así dice el Señor y Dios: “Yo estoy contra ti, Gog, príncipe supremo de Mésec y Tubal. Te haré venir y te arrastraré; te haré salir del lejano norte y te enviaré contra los montes de Israel. Quebraré el arco que llevas en la mano izquierda y haré caer las flechas que llevas en la mano derecha. Caerás sobre los montes de Israel, junto con tus tropas y las naciones que te acompañan. Te arrojaré a las aves de rapiña y a las bestias del campo para que te devoren. Y caerás en campo abierto, porque yo lo he dicho, afirma el Señor y Dios. Enviaré fuego sobre Magog y sobre los que viven seguros en las costas. Entonces sabrán que yo soy el Señor.

»”Daré a conocer mi santo nombre en medio de mi pueblo Israel. Ya no permitiré que mi santo nombre sea profanado; las naciones sabrán que yo soy el Señor, el Santo de Israel. Todo esto se acerca y está a punto de suceder. Este es el día del que he hablado. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo.

»”Entonces los habitantes de las ciudades de Israel saldrán y prenderán una hoguera; allí quemarán sus armas: escudos grandes y pequeños, arcos y flechas, mazas y lanzas. ¡Tendrán suficiente leña para hacer fuego durante siete años! 10 No tendrán que ir a buscar leña al monte ni tendrán que cortarla de los bosques, porque la leña que usarán serán sus propias armas. Además, saquearán a sus saqueadores y despojarán a sus despojadores, afirma el Señor y Dios.

11 »”En aquel día abriré en Israel, en el valle de los que pasan, frente al mar, una tumba para Gog. Ese lugar cortará el paso a los viajeros. Allí enterrarán a Gog y a todo su ejército; lo llamarán valle del Ejército de Gog.

12 »”Para enterrarlos y purificar así la tierra, los israelitas necesitarán siete meses. 13 Toda la gente del país los enterrará. Y el día en que yo me glorifique será para ellos un día memorable. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo.

14 »”Al cabo de esos siete meses, elegirán hombres que se encarguen de recorrer el país y, junto con otros, enterrarán a los que aún queden sobre la tierra; para purificarla. 15 Cuando al recorrer el país uno de estos hombres encuentre algún hueso humano, colocará a su lado una señal, hasta que los enterradores lo sepulten en el valle del Ejército de Gog. 16 De esa manera purificarán al país. También allí habrá una ciudad llamada Hamoná”.[d]

17 »Hijo de hombre, así dice el Señor y Dios: Diles a todas las aves del cielo y a todas las bestias del campo que se reúnan de todos los alrededores y vengan al sacrificio que les ofrezco, un gran sacrificio sobre los montes de Israel. Allí comerán carne y beberán sangre: 18 carne de poderosos guerreros, sangre de los príncipes de la tierra, como si fuera de carneros o corderos, de machos cabríos o novillos, todos ellos engordados en Basán. 19 Del sacrificio que voy a preparar, comerán grasa hasta hastiarse y beberán sangre hasta emborracharse. 20 En mi mesa se hartarán de caballos y de jinetes, de guerreros valientes y de toda clase de soldados. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo.

21 »Yo manifestaré mi gloria entre las naciones. Todas ellas verán cómo los he juzgado y castigado. 22 Desde ese día en adelante, los israelitas sabrán que yo soy el Señor su Dios. 23 Y las naciones sabrán que el pueblo de Israel fue al exilio por causa de sus iniquidades y porque me fueron infieles. Por eso escondí mi rostro de ellos y los entregué en manos de sus enemigos y todos ellos cayeron a filo de espada. 24 Los traté conforme a sus impurezas y rebeliones; escondí mi rostro de ellos.

25 »Por eso, así dice el Señor y Dios: Ahora haré que Jacob vuelva de la cautividad. Tendré compasión de todo el pueblo de Israel y celaré el prestigio de mi santo nombre. 26 Cuando habiten confiados en su tierra, sin que nadie los perturbe, olvidarán su vergüenza y todas las infidelidades que cometieron contra mí. 27 Cuando yo los haga volver de entre las naciones y los reúna de entre los pueblos enemigos, en presencia de muchas naciones y por medio de ellos manifestaré mi santidad. 28 Entonces sabrán que yo soy el Señor su Dios, quien los envió al exilio entre las naciones, pero que después volví a reunirlos en su propia tierra, sin dejar allá a ninguno de ellos. 29 Ya no volveré a ocultar mi rostro de ellos, pues derramaré mi Espíritu sobre Israel. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo».

Visión del Templo futuro

40 En el año veinticinco de nuestro exilio, al comienzo del año, el día diez del mes, catorce años después de la caída de la ciudad; ese mismo día la mano del Señor vino sobre mí y me llevó allá. En visiones de Dios, él me llevó a la tierra de Israel y me colocó sobre un monte muy alto. Desde allí, mirando al sur, había unos edificios que parecían una ciudad. Me llevó allá y vi un hombre que parecía hecho de bronce. Estaba de pie junto a la puerta y en su mano tenía una cuerda de lino y una vara de medir. Aquel hombre me dijo: «Hijo de hombre, abre los ojos, escucha bien y presta atención a todo lo que estoy por mostrarte, pues para eso se te ha traído aquí. Anda luego y comunícale al pueblo de Israel todo lo que veas».

La puerta oriental

Entonces vi un muro que rodeaba el Templo por fuera. Para medir, el hombre tenía en la mano una vara de seis codos largos[e] y midió el muro, el cual tenía una vara de ancho por una de alto.

Luego se dirigió a la puerta que mira hacia el oriente. Subió sus gradas y midió el umbral de la puerta, el cual medía una vara de ancho.[f] Cada cámara lateral medía una vara de largo y de ancho. Entre las cámaras había un espacio de cinco codos. El umbral junto al vestíbulo de la puerta que daba al Templo medía una vara.

Luego midió el vestíbulo de la puerta y[g] medía ocho codos; sus pilares eran de dos codos de ancho.

10 A cada lado de la puerta que daba al oriente había tres cámaras del mismo tamaño. A su vez, los pilares que estaban a los lados tenían la misma medida. 11 Aquel hombre midió también la entrada de la puerta y tenía diez codos de ancho por trece de largo. 12 Delante de cada cámara había un pequeño muro que medía un codo de alto. Cada cámara medía seis codos de ancho por seis codos de largo. 13 Luego midió la puerta desde el techo de una cámara hasta el techo de la cámara de enfrente, y entre una y otra abertura había una distancia de veinticinco codos. 14 Luego midió el vestíbulo, que era de sesenta codos. El vestíbulo daba al atrio, que lo rodeaba por completo. 15 Desde el frente de la puerta de entrada hasta la parte interior del vestíbulo, el corredor tenía una extensión de cincuenta codos. 16 En torno de las celdas y de los pilares había ventanas con celosías que daban al interior. También en torno al vestíbulo había ventanas que daban a su interior. Sobre los pilares había grabados de palmeras.

El atrio exterior

17 Luego el hombre me llevó al atrio exterior. Allí vi unas habitaciones y un enlosado construido alrededor del atrio; las habitaciones que daban al enlosado eran treinta. 18 Este enlosado, que estaba en el piso inferior, bordeaba las puertas y era equivalente a estas en longitud. 19 Luego midió la distancia desde el frente de la puerta de abajo hasta el frente del atrio interior, y al este y al norte la distancia era de cien codos.

La puerta norte

20 El hombre midió el largo y el ancho de la puerta que daba hacia el norte, es decir, hacia el atrio exterior. 21 Sus salas, que también eran tres de cada lado, más sus pilares y su vestíbulo, tenían las mismas medidas que la primera puerta: cincuenta codos de largo por veinticinco codos de ancho. 22 Sus ventanas, su vestíbulo y sus palmeras tenían las mismas medidas que las de la puerta oriental. A esta puerta se subía por medio de siete gradas y su vestíbulo estaba frente a ellas. 23 En el atrio interior había una puerta que daba a la puerta del norte, igual que en la puerta del este. El hombre midió la distancia entre las dos puertas y era de cien codos.

La puerta sur

24 Luego me condujo hacia el sur y allí había una puerta que daba al sur. Midió las celdas, los pilares y el vestíbulo, y todos estos tenían las mismas medidas que los anteriores. 25 La puerta y el vestíbulo también tenían ventanas a su alrededor, al igual que los otros, y medían cincuenta codos de largo por veinticinco codos de ancho. 26 También se subía a la puerta por medio de siete gradas; frente a ella estaba su vestíbulo. Los pilares a ambos lados tenían grabados de palmeras. 27 El atrio interior tenía una puerta que daba al sur. El hombre midió la distancia entre una puerta y otra en dirección sur y era de cien codos.

Las puertas del atrio interior: la puerta sur

28 Luego me llevó por la puerta del sur hacia el atrio interior. Midió la puerta del sur, la cual tenía las mismas medidas que las anteriores. 29 Sus salas, sus pilares y su vestíbulo también tenían las mismas medidas que los anteriores. La puerta y el vestíbulo tenían ventanas a su alrededor; ambos medían cincuenta codos de largo por veinticinco codos de ancho. 30 En su derredor había unos vestíbulos de veinticinco codos de largo por cinco codos de ancho. 31 Su vestíbulo daba hacia el atrio exterior; sus pilares también tenían grabados de palmeras. A esta puerta se llegaba subiendo ocho gradas.

El atrio interior: la puerta oriental

32 También me llevó al atrio interior que daba al oriente y midió la entrada, la cual tenía igual medida que las anteriores. 33 Sus salas, sus pilares y su vestíbulo también tenían las mismas medidas que los anteriores. La puerta y el vestíbulo tenían ventanas a su alrededor; ambos medían cincuenta codos de largo por veinticinco codos de ancho. 34 Su vestíbulo miraba hacia el atrio exterior. Los pilares tenían grabados de palmeras a cada lado. A esta puerta se llegaba subiendo ocho gradas.

El atrio interior: la puerta norte

35 Luego el hombre me llevó a la puerta del norte y la midió: esta tenía las mismas medidas que las otras. 36 También tenía celdas, pilares, vestíbulo y ventanas a su alrededor, y medían cincuenta codos de largo por veinticinco codos de ancho. 37 Su vestíbulo miraba hacia el atrio exterior. Los pilares tenían grabados de palmeras a cada lado. A esta puerta se llegaba subiendo ocho gradas.

Los anexos de las puertas

38 Había una sala que se comunicaba con el vestíbulo de cada puerta. Allí se lavaba el holocausto. 39 En el vestíbulo de la puerta había cuatro mesas, dos de cada lado, donde se mataba a los animales para el holocausto, para la ofrenda por el pecado y para la ofrenda por la culpa. 40 Fuera del vestíbulo, por donde se subía hacia la entrada de la puerta norte, había otras dos mesas; y al otro lado del vestíbulo de la puerta había dos mesas más. 41 De manera que había cuatro mesas de un lado de la puerta y cuatro del otro, es decir, ocho mesas en total, donde se mataba a los animales. 42 Para el holocausto había cuatro mesas labradas en piedra, que medían un codo y medio de largo por un codo y medio de ancho, y un codo de alto. Sobre ellas se colocaban los instrumentos con que se mataba a los animales para el holocausto y otros sacrificios. 43 Colocados en el interior, sobre las paredes en derredor, estaban los ganchos dobles, que medían un palmo[h] de largo. Sobre las mesas se ponía la carne de las ofrendas.

Las habitaciones para los sacerdotes

44 En el atrio interior, fuera de las puertas interiores, había dos salas para cantores.[i] Una de ellas estaba junto a la puerta del norte que daba al sur y la otra, junto a la puerta del sur[j] que daba al norte. 45 Aquel hombre me dijo: «La sala que da al sur es para los sacerdotes encargados del Templo, 46 mientras que la sala que da al norte es para los sacerdotes encargados del altar. Estos son los hijos de Sadoc y son los únicos levitas que pueden acercarse al Señor para ministrar delante de él».

El atrio interior y el Templo

47 Luego midió el atrio, que era un cuadrado de cien codos de largo por cien codos de ancho. El altar estaba frente al Templo.

El nuevo Templo

48 Entonces me llevó al vestíbulo del Templo y midió sus pilares; cada uno medía cinco codos de grueso. El ancho de la puerta era de catorce codos, mientras que las paredes laterales de la puerta medían tres codos de ancho. 49 El vestíbulo medía veinte codos de ancho por doce[k] codos de largo y se llegaba a él por un tramo de escalera.[l] Junto a cada pilar había una columna.

41 Luego él me llevó a la nave central y midió los pilares, los cuales tenían seis codos de un lado y seis codos[m] del otro. El ancho de la entrada era de diez codos y cada una de las paredes laterales medía cinco codos de ancho. También midió la nave central; esta medía cuarenta codos de largo por veinte de ancho.

Después entró en el santuario interior y midió los pilares de la entrada, los cuales eran de dos codos de ancho cada uno. La entrada medía seis codos de ancho y las paredes laterales de la entrada medían siete codos. Después midió la longitud del santuario interior, hacia el lado del Lugar Santo, que era de veinte codos de largo; su anchura era de la misma medida. Entonces me dijo: «Este es el Lugar Santísimo».

Footnotes

  1. 33:31 corazones. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  2. 36:5 corazón. En la Biblia se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  3. 37:23 infidelidades (mss. hebreos y LXX); moradas (TM).
  4. 39:16 Hamoná significa horda.
  5. 40:5 Es decir, aprox. 3.15 m. Esta medida se conocía como codo largo, que consistía de 45 cm más 7.5 cm de un palmo menor. En el resto de este capítulo, así como en los capítulos del 40 al 48, esa será la medida de longitud usada.
  6. 40:6 ancho (LXX); ancho, y un umbral, una vara de ancho (TM).
  7. 40:8,9 De acuerdo con varios manuscritos hebreos, LXX, Vulgata y la versión Siríaca. La mayoría de los manuscritos hebreos incluyen: hacia el interior, y medía una vara. Midió también el vestíbulo de la puerta que da hacia el Templo, y.
  8. 40:43 Es decir, el palmo menor, aprox. 7.5 cm.
  9. 40:44 dos salas para cantores (TM); salas (LXX).
  10. 40:44 sur (LXX); este (TM).
  11. 40:49 Según la LXX; en hebreo, once.
  12. 40:49 un tramo de escalera (TM); diez gradas (LXX).
  13. 41:1 Es decir, aprox. 3.15 m. Esta medida se conocía como codo largo, que consistía de 45 cm más 7.5 cm de un palmo menor. En el resto de este capítulo, así como en los capítulos del 40 al 48, esa será la medida de longitud usada.

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