Add parallel Print Page Options

Dejen la obra de esta casa de Dios a cargo del gobernador de los judíos y de los ancianos de los judíos, para que reedifiquen esta casa de Dios en su lugar. Por mí es dada la orden de lo que han de hacer con esos ancianos de los judíos, para construir esta casa de Dios: Los gastos de aquellos hombres sean puntualmente pagados de los recursos del rey, de los tributos de Más Allá del Río, para que no cese la obra. Se les dará cada día, sin falta, lo que sea necesario: novillos, carneros y corderos para los holocaustos al Dios de los cielos, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que digan los sacerdotes que están en Jerusalén,

Read full chapter