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68 Cuando llegaron al templo del Señor, en Jerusalén, algunos jefes de familia ofrecieron donativos para que se reedificara el templo en el mismo lugar. 69 Conforme a sus posibilidades, entregaron al tesorero de la obra cuatrocientos ochenta y ocho kilos de oro, dos mil setecientos cincuenta kilos de plata, y cien túnicas para los sacerdotes.

70 Después, los sacerdotes, los levitas, parte del pueblo, los cantores, los porteros y los sirvientes del templo se quedaron a vivir en sus respectivos pueblos y ciudades, y el resto de Israel se fue a su ciudad natal.(A)

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