19 Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros(A), sino que son conciudadanos(B) de los santos y son de la familia[a] de Dios(C).
20 Porque nuestra ciudadanía[a] está en los cielos(A), de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo(B),
10 porque esperaba la ciudad(A) que tiene cimientos(B), cuyo arquitecto y constructor es Dios(C).
2 Y vi la ciudad santa(A), la nueva Jerusalén(B), que descendía del cielo(C), de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo(D).
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