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El sabio y el necio

20 Hay reprensiones a destiempo,
y hay quien calla por prudencia.
Más vale reprender que enojarse.
Quien reconoce su falta, se libra de la calamidad.
Como un eunuco que quiere violar a una joven,
así es el que quiere hacer justicia por la fuerza.
Unos callan y parecen sabios
y otros, de tanto hablar, se hacen odiosos.
Unos callan porque no saben qué decir,
y otros callan esperando el momento oportuno.
El sabio guarda silencio hasta el momento preciso,
pero el necio es inoportuno.
El que habla demasiado se hace antipático,
y el que abusa de su autoridad se hace odioso.

A veces el éxito se encuentra en la desgracia,
y hay ganancias que se vuelven pérdida.
10 Unas veces das sin sacar ningún provecho,
y otras veces, dando, recibes el doble.
11 Hay honores que terminan en desgracia,
y hay quien en la humillación levanta la cabeza.
12 Algunos compran mucho a poco precio,
pero pagan siete veces más de lo que vale.
13 Al sabio le bastan pocas palabras para hacerse querer,
pero las cortesías del tonto son rechazadas.
14 Lo que un tonto te regale no te servirá de nada;
él lo ve mucho más grande de lo que es;
15 aunque da poco, sermonea mucho,
y abre la boca como quien anuncia grandes cosas.
Hoy te lo presta y mañana te lo pide:
¡qué hombre tan odioso!
16 El necio dice: «¡Yo no tengo amigos!
¡Nadie agradece mis favores!
17 Comen de mi pan y hablan mal de mí.»
¡Pero cuántas veces se ríen de él!

18 Más vale un traspié con los pies que con la lengua;
la caída de los malos vendrá así en un momento.
19 Un hombre sin gracia es como un chiste a destiempo
que a todas horas repiten los necios.
20 Los refranes en la boca del necio caen mal,
porque nunca los dice en el momento oportuno.
21 Algunos no pecan de pobres que son;
cuando descansan tienen la conciencia tranquila.
22 Otros se arruinan por ser vergonzosos
y tenerle miedo a un tonto.
23 Algunos, por timidez, hacen promesas a un amigo,
y sin necesidad se ganan un enemigo.
24 La mentira es una infamia para el hombre;
siempre la hallarás en la boca de los necios.
25 El ladrón es preferible al embustero,
pero uno y otro van a la perdición.
26 Al mentiroso lo acompaña la deshonra;
siempre se verá sin honor.
27 El sabio se abre camino fácilmente,
y el sensato se hace querer de los grandes.
28 El que cultiva la tierra tendrá su cosecha,
y el que se hace querer de los grandes
alcanzará perdón cuando peque.
29 Obsequios y regalos hacen ciego al sabio
y le ponen un bozal que le impide reprender.
30 Sabiduría oculta y tesoro escondido,
¿a quién le sirven de algo?
31 Más vale esconder la insensatez
que esconder la sabiduría.