Add parallel Print Page Options

La rebelión de Israel en Horeb

Acuérdate; no olvides cómo provocaste a ira al Señor tu Dios en el desierto; desde el día en que saliste de la tierra de Egipto hasta que llegasteis a este lugar, habéis sido rebeldes contra el Señor(A). Hasta en Horeb provocasteis a ira al Señor, y el Señor se enojó tanto contra vosotros que estuvo a punto de destruiros(B). Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el Señor había hecho con vosotros, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua(C). 10 Y el Señor me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios(D); y en ellas estaban todas las palabras que el Señor os había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea. 11 Y aconteció al cabo de cuarenta días y cuarenta noches, que el Señor me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto(E). 12 Entonces el Señor me dijo: «Levántate; baja aprisa de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido(F). Pronto se han apartado del camino que yo les había ordenado; se han hecho un ídolo de fundición(G)».

Read full chapter

Acuérdate, no olvides que has provocado la ira de Jehová tu Dios en el desierto; desde el día que saliste de la tierra de Egipto, hasta que entrasteis en este lugar, habéis sido rebeldes a Jehová. En Horeb provocasteis a ira a Jehová, y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros. Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches,(A) sin comer pan ni beber agua; 10 y me dio Jehová las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios; y en ellas estaba escrito según todas las palabras que os habló Jehová en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea. 11 Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. 12 Y me dijo Jehová: Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido; pronto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen de fundición.

Read full chapter

10 Mas ellos se rebelaron(A)
y contristaron su santo Espíritu(B);
por lo cual Él se convirtió en su enemigo
y peleó contra ellos.

Read full chapter

10 Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.

Read full chapter

Yo os traje a una tierra fértil,
para que comierais de su fruto y de sus delicias[a](A);
pero vinisteis y contaminasteis mi tierra,
y de mi heredad hicisteis abominación(B).

Read full chapter

Footnotes

  1. Jeremías 2:7 Lit., cosas buenas

Y os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad.

Read full chapter

22 Porque yo no hablé a vuestros padres, ni les ordené nada en cuanto a los holocaustos y sacrificios(A), el día que los saqué de la tierra de Egipto. 23 Sino que esto es lo[a] que les mandé, diciendo: «Escuchad mi voz(B) y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo(C), y andaréis en todo camino que yo os envíe para que os vaya bien(D)». 24 Mas ellos no escucharon ni inclinaron su oído, sino que anduvieron en sus propias deliberaciones y en la terquedad de su malvado corazón(E), y fueron[b] hacia atrás(F) y no hacia adelante. 25 Desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy, os he enviado a todos mis siervos los profetas, madrugando cada día y enviándolos(G). 26 Pero no me escucharon ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz(H) e hicieron peor que sus padres(I).

Read full chapter

Footnotes

  1. Jeremías 7:23 Lit., esta es la palabra
  2. Jeremías 7:24 Lit., estaban

22 Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto. 23 Mas esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y seré a vosotros por Dios, y vosotros me seréis por pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien. 24 Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia adelante, 25 desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Y os envié todos los profetas mis siervos, enviándolos desde temprano y sin cesar; 26 pero no me oyeron ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su cerviz, e hicieron peor que sus padres.

Read full chapter