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Un pueblo santo para el Señor

»Porque tú eres pueblo santo para el Señor tu Dios(A); el Señor tu Dios te ha escogido para ser pueblo Suyo[a] de entre todos los pueblos que están sobre la superficie de la tierra(B). El Señor no puso Su amor en ustedes ni los escogió(C) por ser ustedes más numerosos que otro pueblo, pues eran el más pequeño de todos los pueblos; mas porque el Señor los amó y guardó el juramento que hizo a sus padres(D), el Señor los sacó con mano fuerte y los redimió de casa de servidumbre[b], de la mano de Faraón, rey de Egipto(E).

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Footnotes

  1. Deuteronomio 7:6 O su tesoro especial.
  2. Deuteronomio 7:8 Lit. de esclavos.

Un pueblo santo para Jehová

Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial,(A) más que todos los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.

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Porque para el Señor tu Dios tú eres un pueblo santo; él te eligió para que fueras su propiedad exclusiva entre todos los pueblos de la tierra.

El Señor sintió afecto por ti y te eligió, aunque no eras el pueblo más numeroso, sino el más insignificante de todos. El Señor te ama y quería cumplir su juramento a tus antepasados; por eso te rescató de la esclavitud, del poder del faraón, el rey de Egipto, y te sacó con gran despliegue de fuerza.

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14 entonces consultarás, buscarás y preguntarás con diligencia. Y si es verdad y se comprueba que se ha hecho tal abominación en medio de ti,

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14 tú inquirirás, y buscarás y preguntarás con diligencia; y si pareciere verdad, cosa cierta, que tal abominación se hizo en medio de ti,

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14 entonces deberás inquirir e investigar todo con sumo cuidado. Si se comprueba que tal hecho abominable ha ocurrido en medio de ti,

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16 Entonces amontonarás todo su botín en medio de su plaza, y prenderás fuego a la ciudad con todo su botín(A), todo ello como ofrenda encendida al Señor tu Dios; y será montón de ruinas para siempre(B). Nunca será reconstruida.

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16 Y juntarás todo su botín en medio de la plaza, y consumirás con fuego la ciudad y todo su botín, todo ello, como holocausto a Jehová tu Dios, y llegará a ser un montón de ruinas para siempre; nunca más será edificada.

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16 Lleva todo el botín a la plaza pública y préndele fuego a la ciudad y a todo el botín. Será una ofrenda totalmente quemada para el Señor tu Dios. La ciudad se quedará para siempre en ruinas y no volverá a ser reedificada.

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17 »Pero a medida que se acercaba el tiempo(A) de la promesa que Dios había confirmado a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto(B), 18 hasta que surgió otro rey en Egipto que no sabía nada de José(C). 19 Este rey, obrando con astucia contra nuestro pueblo[a], maltrató a nuestros padres, a fin de que expusieran a la muerte a[b] sus niños para que no vivieran(D).

20 »Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios[c], y fue criado por tres meses en la casa de su padre(E). 21 Después de ser abandonado[d] para morir, la hija de Faraón se lo llevó[e] y lo crió como su propio hijo(F). 22 Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios(G), y era un hombre poderoso en palabras y en hechos.

23 »Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años(H), sintió[f] en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los israelitas(I). 24 Al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo defendió y vengó al[g] oprimido, matando[h] al egipcio. 25 Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad[i] por medio de él[j], pero ellos no entendieron.

26 »Al día siguiente se les presentó, cuando dos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: “Varones, ustedes son hermanos, ¿por qué se hieren[k] el uno al otro(J)?”. 27 Pero el que estaba hiriendo[l] a su prójimo lo empujó, diciendo: “¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros(K)? 28 ¿Acaso quieres matarme como mataste ayer al egipcio(L)?”. 29 Al oír estas palabras, Moisés huyó y se convirtió en extranjero en la tierra de Madián(M), donde fue padre de dos hijos(N).

30 »Pasados cuarenta años, se le apareció un Ángel(O) en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza que ardía(P). 31 Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino a él la voz del Señor: 32 Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob(Q)”. Moisés temblando, no se atrevía a mirar.

33 »Pero el Señor le dijo: “Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás es tierra santa(R). 34 Ciertamente he visto la opresión de Mi pueblo en Egipto y he oído sus gemidos, y he descendido para librarlos(S); ven[m] ahora y te enviaré a Egipto(T)”.

35 Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: “¿Quién te ha puesto por gobernante y juez(U)?” es el mismo que Dios envió[n] para ser gobernante y libertador con la ayuda[o] del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Este hombre los sacó(V), haciendo prodigios y señales[p](W) en la tierra de Egipto, en el Mar Rojo y en el desierto por cuarenta años(X).

37 »Este es el mismo Moisés que dijo a los israelitas: “Dios les levantará un profeta como yo[q] de entre sus hermanos(Y)”. 38 Este es el que estaba en la congregación[r] en el desierto(Z) junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí(AA), y con nuestros padres, y el que recibió palabras[s](AB) de vida[t](AC) para transmitirlas a ustedes, 39 al cual nuestros padres no quisieron obedecer[u], sino que lo repudiaron, y en sus corazones desearon regresar a Egipto(AD), 40 diciendo a Aarón: “Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moisés que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos lo que le haya pasado(AE)”.

41 »En aquellos días hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo(AF), y se regocijaban en las obras de sus manos(AG). 42 Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para que sirvieran[v] al ejército del cielo(AH), como está escrito en el libro de los profetas: “¿(AI)Acaso fue a Mí a quien ofrecieron victimas y sacrificios en el desierto por cuarenta años(AJ), casa de Israel? 43 También llevaron el tabernáculo de Moloc, y la estrella del dios Renfan, las imágenes que hicieron para adorarlas. Yo también los deportaré más allá de Babilonia”.

44 »Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como le había ordenado que lo hiciera el que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto(AK). 45 A su vez, habiéndolo recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar[w] posesión de las naciones[x] que Dios arrojó de delante de nuestros padres(AL), hasta los días de David. 46 Y David[y] halló gracia delante de Dios(AM), y pidió el favor de hallar una morada para el Dios[z] de Jacob(AN). 47 Pero fue Salomón quien le edificó una casa(AO).

48 »Sin embargo, el Altísimo(AP) no habita en casas hechas por manos de hombres; como dice el profeta:

49 (AQ)El cielo es Mi trono,
Y la tierra el estrado de Mis pies;
¿Qué casa me edificarán?”, dice el Señor,
“¿O cuál es el lugar de Mi reposo?
50 ¿No fue Mi mano la que hizo todas estas cosas?”.

51 »Ustedes, que son tercos e incircuncisos de corazón(AR) y de oídos, resisten siempre al Espíritu Santo; como hicieron sus padres, así hacen también ustedes. 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron sus padres(AS)? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo(AT), del cual ahora ustedes se hicieron traidores y asesinos(AU); 53 ustedes que recibieron la ley por disposición de ángeles(AV) y sin embargo no la guardaron».

Martirio de Esteban

54 Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos[aa](AW), y crujían los dientes contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo(AX), fijos los ojos en el cielo(AY), vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios(AZ); 56 y dijo: «Veo los cielos abiertos(BA), y al Hijo del Hombre(BB) de pie a la diestra de Dios».

57 Entonces ellos gritaron a gran voz, y tapándose los oídos se lanzaron a una contra él. 58 Echándolo fuera de la ciudad, comenzaron a apedrearlo(BC); y los testigos(BD) pusieron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo(BE). 59 Y mientras lo apedreaban, Esteban invocaba al Señor(BF) y decía: «Señor Jesús, recibe mi espíritu».

60 Cayendo de rodillas(BG), clamó en alta voz: «Señor, no les tomes en cuenta este pecado(BH)». Habiendo dicho esto, durmió[ab](BI).

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Footnotes

  1. Hechos 7:19 Lit. nuestra raza.
  2. Hechos 7:19 O fueran echados fuera para morir.
  3. Hechos 7:20 Lit. a Dios.
  4. Hechos 7:21 Lit. expuesto.
  5. Hechos 7:21 O lo adoptó.
  6. Hechos 7:23 Lit. surgió.
  7. Hechos 7:24 Lit. tomó venganza por el.
  8. Hechos 7:24 O hiriendo.
  9. Hechos 7:25 O salvación.
  10. Hechos 7:25 Lit. por mano suya.
  11. Hechos 7:26 O maltratan.
  12. Hechos 7:27 O maltratando.
  13. Hechos 7:34 Lit. y ven acá.
  14. Hechos 7:35 Lit. ha enviado.
  15. Hechos 7:35 Lit. la mano.
  16. Hechos 7:36 O milagros.
  17. Hechos 7:37 O como me levantó a mí.
  18. Hechos 7:38 O iglesia.
  19. Hechos 7:38 Lit. oráculos.
  20. Hechos 7:38 Lit. oráculos divinos.
  21. Hechos 7:39 Lit. ser obedientes.
  22. Hechos 7:42 O adoraran.
  23. Hechos 7:45 Lit. en la.
  24. Hechos 7:45 O los gentiles.
  25. Hechos 7:46 Lit. Quien.
  26. Hechos 7:46 Muchos mss. antiguos dicen: para la Casa; la septuaginta en Sal. 132:5, dice: Dios.
  27. Hechos 7:54 Lit. aserrados en sus corazones.
  28. Hechos 7:60 O expiró.

17 Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa, que Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto, 18 hasta que se levantó en Egipto otro rey que no conocía a José.(A) 19 Este rey, usando de astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres,(B) a fin de que expusiesen a la muerte a sus niños, para que no se propagasen.(C) 20 En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre.(D) 21 Pero siendo expuesto a la muerte, la hija de Faraón le recogió y le crio como a hijo suyo.(E) 22 Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras.

23 Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. 24 Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. 25 Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no lo habían entendido así. 26 Y al día siguiente, se presentó a unos de ellos que reñían, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro? 27 Entonces el que maltrataba a su prójimo le rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al egipcio? 29 Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián,(F) donde engendró dos hijos.(G)

30 Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza. 31 Entonces Moisés, mirando, se maravilló de la visión; y acercándose para observar, vino a él la voz del Señor: 32 Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. Y Moisés, temblando, no se atrevía a mirar. 33 Y le dijo el Señor: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa. 34 Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, te enviaré a Egipto.(H)

35 A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez?, a este lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Este los sacó, habiendo hecho prodigios y señales en tierra de Egipto,(I) y en el Mar Rojo,(J) y en el desierto por cuarenta años.(K) 37 Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí;(L) a él oiréis. 38 Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí,(M) y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos; 39 al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto, 40 cuando dijeron a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido.(N) 41 Entonces hicieron un becerro, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y en las obras de sus manos se regocijaron.(O) 42 Y Dios se apartó, y los entregó a que rindiesen culto al ejército del cielo; como está escrito en el libro de los profetas:

¿Acaso me ofrecisteis víctimas y sacrificios

En el desierto por cuarenta años, casa de Israel?

43 Antes bien llevasteis el tabernáculo de Moloc,

Y la estrella de vuestro dios Renfán,

Figuras que os hicisteis para adorarlas.

Os transportaré, pues, más allá de Babilonia.(P)

44 Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al modelo que había visto.(Q) 45 El cual, recibido a su vez por nuestros padres, lo introdujeron con Josué(R) al tomar posesión de la tierra de los gentiles, a los cuales Dios arrojó de la presencia de nuestros padres, hasta los días de David. 46 Este halló gracia delante de Dios, y pidió proveer tabernáculo para el Dios de Jacob.(S) 47 Mas Salomón le edificó casa;(T) 48 si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta:

49 El cielo es mi trono,

Y la tierra el estrado de mis pies.

¿Qué casa me edificaréis? dice el Señor;

¿O cuál es el lugar de mi reposo?

50 ¿No hizo mi mano todas estas cosas?(U)

51 ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.(V) 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores; 53 vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis.

54 Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, 56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. 57 Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. 58 Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. 59 Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. 60 Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.

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17 »Cuando ya se acercaba el tiempo de que se cumpliera la promesa que Dios había hecho a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto. 18 Por aquel entonces llegó al poder en Egipto un nuevo rey que no había conocido a José. 19 Este rey usó de artimañas con nuestro pueblo y oprimió a nuestros antepasados, obligándolos a dejar abandonados a sus hijos recién nacidos para que murieran.

20 »En aquel tiempo nació Moisés y era hermoso a los ojos de Dios.[a] Por tres meses se crio en la casa de su padre 21 y, al quedar abandonado, la hija del faraón lo adoptó y lo crio como a su propio hijo. 22 Así Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era poderoso en palabra y en obra.

23 »Cuando cumplió cuarenta años, Moisés tuvo el deseo de visitar a sus hermanos israelitas. 24 Al ver que un egipcio maltrataba a uno de ellos, acudió en su defensa y lo vengó matando al egipcio. 25 Moisés suponía que sus hermanos reconocerían que Dios iba a liberarlos por medio de él, pero ellos no lo comprendieron así. 26 Al día siguiente, Moisés sorprendió a dos israelitas que estaban peleando. Trató de reconciliarlos, diciéndoles: “Señores, ustedes son hermanos; ¿por qué quieren hacerse daño?”.

27 »Pero el que estaba maltratando al otro empujó a Moisés y le dijo: “¿Y quién te nombró gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Acaso quieres matarme a mí, como mataste ayer al egipcio?”.[b] 29 Al oír esto, Moisés huyó a Madián; allí vivió como extranjero y tuvo dos hijos.

30 »Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto cercano al monte Sinaí, entre las llamas de una zarza ardiente. 31 Moisés se asombró de lo que veía. Al acercarse para observar, oyó la voz del Señor: 32 “Yo soy el Dios de tus antepasados, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob”.[c] Moisés se puso a temblar de miedo y no se atrevía a mirar.

33 »Le dijo el Señor: “Quítate las sandalias, porque estás pisando tierra santa. 34 En verdad he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse, así que he descendido para librarlos. Ahora ven y te enviaré de vuelta a Egipto”.[d]

35 »A este mismo Moisés, a quien habían rechazado diciéndole: “¿Y quién te nombró gobernante y juez?”, Dios lo envió para ser gobernante y libertador, mediante el poder del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Él los sacó de Egipto haciendo prodigios y señales tanto en la tierra de Egipto como en el mar Rojo y en el desierto durante cuarenta años.

37 »Este Moisés dijo a los israelitas: “Dios hará surgir para ustedes, de entre sus hermanos, a un profeta como yo”.[e] 38 Este mismo Moisés estuvo en la asamblea en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí y con nuestros antepasados. Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicárnoslas a nosotros.

39 »Nuestros antepasados no quisieron obedecerlo a él, sino que lo rechazaron. Lo que realmente deseaban era volver a Egipto, 40 por lo cual dijeron a Aarón: “Tienes que hacernos dioses que vayan delante de nosotros, porque a ese Moisés que nos sacó de Egipto, ¡no sabemos qué pudo haberle pasado!”.[f]

41 »Entonces se hicieron un ídolo en forma de becerro. Le ofrecieron sacrificios y tuvieron fiesta en honor a la obra de sus manos. 42 Pero Dios les volvió la espalda y los entregó a que rindieran culto a los astros. Así está escrito en el libro de los Profetas:

»“Casa de Israel, ¿acaso me ofrecieron ustedes sacrificios y ofrendas
    durante los cuarenta años en el desierto?
43 Al contrario, ustedes se hicieron cargo del santuario de Moloc,
    de la estrella del dios Refán,
    y de las imágenes que hicieron para adorarlas.
Por lo tanto, los mandaré al exilio”[g] más allá de Babilonia.

44 »Nuestros antepasados tenían en el desierto la Tienda con las tablas del pacto, hecho como Dios había ordenado a Moisés, según el modelo que este había visto. 45 Después de haber recibido el santuario, lo trajeron consigo bajo el mando de Josué, cuando conquistaron la tierra de las naciones que Dios expulsó de la presencia de ellos. Allí permaneció hasta el tiempo de David, 46 quien disfrutó del favor de Dios y pidió que le permitiera proveer una morada para el Dios[h] de Jacob. 47 Pero fue Salomón quien construyó la casa.

48 »Sin embargo, el Altísimo no habita en casas construidas por manos humanas. Como dice el profeta:

49 »“El cielo es mi trono,
    y la tierra, el estrado de mis pies.
¿Qué casa me pueden construir?
    —dice el Señor—.
    ¿Dónde estará el lugar de mi reposo?
50 ¿No es mi mano la que ha hecho todas estas cosas?”.[i]

51 »¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos![j] Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo! 52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron sus antepasados? Ellos mataron a los que de antemano anunciaron la venida del Justo, y ahora a este lo han traicionado y asesinado 53 ustedes, que recibieron la Ley promulgada por medio de ángeles y no la han obedecido.

Muerte de Esteban

54 Al oír esto, rechinando los dientes, se enojaron mucho contra él. 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la derecha de Dios.

56 —¡Veo el cielo abierto —exclamó—, y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios!

57 Entonces ellos, gritando a voz en cuello, se taparon los oídos y todos a una se abalanzaron sobre él, 58 lo sacaron a empellones fuera de la ciudad y comenzaron a apedrearlo. Los acusadores encargaron sus mantos a un joven llamado Saulo.

59 Mientras lo apedreaban, Esteban oraba.

—Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu.

60 Luego cayó de rodillas y gritó:

—¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado!

Cuando hubo dicho esto, murió.[k]

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Footnotes

  1. 7:20 era … Dios. Alt. era sumamente hermoso.
  2. 7:28 Éx 2:14.
  3. 7:32 Éx 3:6.
  4. 7:34 Éx 3:5,7,8,10.
  5. 7:37 Dt 18:15.
  6. 7:40 Éx 32:1.
  7. 7:43 Am 5:25-27.
  8. 7:46 para el Dios. Var. para la casa (es decir, la familia).
  9. 7:50 Is 66:1,2.
  10. 7:51 ¡Tercos … oídos! Lit. ¡Duros de cuello e incircuncisos en los corazones y los oídos!
  11. 7:60 murió. Lit. durmió.