Add parallel Print Page Options

Su brazo izquierdo está debajo
de mi cabeza
y su derecho me abraza.
¡Júrenme, oh hijas de Jerusalén,
por las ciervas
y por las gacelas del campo,
que no despertarán
ni provocarán el amor
hasta que quiera!
¡La voz de mi amado!
Él viene saltando sobre los montes, brincando sobre las colinas.

Read full chapter