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Oración pidiendo perdón

Baruc continuó diciendo:

«Todopoderoso Dios de Israel, con mucho dolor y tristeza te rogamos:

“¡Escucha nuestros gritos! ¡Hemos pecado contra ti, pero por favor, escúchanos! ¡Ten compasión de nosotros! Tú siempre serás rey; nosotros, en cambio, siempre seremos unos simples mortales.

”Todopoderoso Dios de Israel, escucha nuestros ruegos. Nosotros, los israelitas, somos los hijos de aquellos que pecaron contra ti y no te obedecieron. Por eso nos han llegado estas desgracias. ¡Pero olvida los pecados de nuestros antepasados! ¡Recuerda más bien tu poder y tu fama!

”¡Tú eres nuestro Dios, y nosotros queremos alabarte! Tú pusiste en nosotros el deseo de obedecerte y buscarte en oración. Y queremos alabarte aquí, lejos de nuestra tierra. Ya no pecamos como lo hicieron nuestros antepasados. ¡Míranos, Dios nuestro! Aquí estamos, sufriendo insultos y burlas lejos de nuestra tierra. Ese castigo lo merecían nuestros antepasados, pues ellos fueron los que en verdad te olvidaron”».

Poema a la sabiduría

Baruc dijo:

«Israelitas,
obedezcan los mandamientos,
pues dan vida y sabiduría.

10-12 »Ustedes abandonaron a Dios,
el Dios que da sabiduría;
por eso viven en un país enemigo.

»Allí se pondrán viejos,
y vivirán como si estuvieran muertos.
13 Si hubieran obedecido a Dios,
siempre disfrutarían de paz.

14 »Busquen la prudencia,
el valor y la inteligencia.
Así encontrarán la alegría,
la paz y una larga vida.

15 »Hasta ahora nadie sabe
dónde está la sabiduría,
ni dónde guarda sus tesoros.

16 »¿Dónde están los reyes
que dominan a las fieras,
17 y se divierten con las aves?

»¿Dónde están aquellos
que adoran al dinero?
¡Esos que amontonan oro y plata
y nunca se cansan de hacerlo!

18 »¿Dónde están los joyeros
que hacen obras de arte
que nadie puede imitar?
19 ¡Ya están muertos!
¡Su lugar lo ocupan otros!
20 Ahora son los jóvenes
los que gobiernan este mundo.

»Pero tampoco esos jóvenes
saben qué es la sabiduría.
21 Todavía no la encuentran,
ni podrán jamás alcanzarla.
A sus hijos no les interesa
alcanzar la sabiduría.

22 »Los habitantes de Canaán
nunca supieron de la sabiduría;
tampoco los de Temán
oyeron hablar de ella.

23 »Los árabes aman la aventura,
pero de sabios no tienen nada.
Los comerciantes de Madián y Temán
tampoco llegaron a ser sabios.
Los filósofos ni siquiera saben
qué es la sabiduría,
y los que escriben historias,
ni idea tienen de qué se trata.

24 »¡Israelitas,
qué inmenso es el universo!
¡Qué enorme es el hogar de Dios!
¡Qué grandioso es su imperio!
25 Su grandeza no tiene límites,
¡nadie lo puede medir!

26 »En el imperio de Dios nacieron
los gigantes de la antigüedad;
hombres fuertes y famosos,
guerreros excelentes.
27 Pero Dios no los eligió a ellos,
ni les mostró el camino
que lleva a la sabiduría.
28 Su imprudencia los mató;
¡su locura acabó con ellos!

29-31 »¿Y dónde está la sabiduría?
Ninguno de nosotros
puede llegar a ella.
Aunque subamos a las nubes,
o lleguemos a lo más alto del cielo;
aunque crucemos al otro lado del mar,
o tengamos todo el dinero del mundo,
¡no la encontraremos!

32 »¡Sólo Dios conoce la sabiduría,
pues él todo lo sabe!
Dios creó la tierra,
y la llenó de animales.
33 Dios ordena que salga la luz,
y la luz le obedece;
y cuando la llama,
ella viene temblando.
34 Dios puso en el cielo las estrellas,
y ellas brillan de felicidad.
35 Cuando las llama,
ellas responden: “Aquí estamos”;
y brillan contentas para su Creador.

36 »¡Ése es nuestro Dios!
¡No hay nadie como él!

37 »Dios le enseñó a Israel
cómo alcanzar la sabiduría,
38 y ella vino a este mundo
y se quedó a vivir entre nosotros.