⁸ Lo siguió otro ángel, el segundo, diciendo: «¡Cayó, cayó^(A) la gran Babilonia^(B)!, la que ha hecho beber a todas las naciones^(C) del vino de la pasión^[a] de su inmoralidad^(D)».

¹⁹ La gran ciudad^(A) quedó dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones^[a] cayeron. Y la gran Babilonia^(B) fue recordada delante de Dios^(C) para darle la copa del vino del furor de Su ira^(D).

¹⁸ La mujer que viste es la gran ciudad^(A), que reina^[a] sobre los reyes de la tierra».

² Y gritó con potente voz: «¡Cayó, cayó la gran Babilonia^(A)! Se ha convertido en habitación de demonios^(B), en guarida^[a] de todo espíritu inmundo^(C) y en guarida^[b] de toda ave inmunda y aborrecible.

¹⁰ Y de pie, desde lejos^(A) por causa del temor de su tormento, dirán: “¡Ay, ay^(B), la gran ciudad, Babilonia^(C), la ciudad fuerte! Porque en una hora^(D) ha llegado tu juicio”.

¹⁶ y diciendo: “¡Ay, ay^(A), la gran ciudad^(B), que estaba vestida de lino fino, púrpura y escarlata^(C), y adornada de oro, piedras preciosas y perlas^[a]!

¹⁸ y al ver el humo de su incendio^(A) gritaban^(B): “¿Qué ciudad es semejante^(C) a la gran ciudad^(D)?”.

¹⁹ Y echaron polvo sobre sus cabezas^(A), y llorando y lamentándose, gritaban: “¡Ay, ay^(B), la gran ciudad en la cual todos los que tenían naves en el mar se enriquecieron a costa de sus riquezas^(C)!, porque en una hora^(D) ha sido asolada^(E)”.

²¹ Entonces un ángel poderoso^[a](A) tomó una piedra, como una gran piedra de molino^(B), y la arrojó al mar, diciendo: «Así será derribada con violencia Babilonia, la gran ciudad^(C), y nunca más será hallada^(D).