Add parallel Print Page Options

Castigo para Moab

Así dice el SEÑOR:

«No les perdonaré a los de Moab
    tantos crímenes que han cometido.
Ellos quemaron los huesos del rey de Edom
    hasta convertirlos en cenizas.
Por eso pondré fuego en Moab,
    y las llamas destrozarán todas las fortalezas de Queriot[a].
Moab será destruida en medio de gritos de guerra
    y sonidos de trompetas.
Así que destruiré al gobernante de Moab
    y mataré a todos sus oficiales junto con él».
    Es lo que dice el SEÑOR.

Castigo para Judá

Así dice el SEÑOR:

«No les perdonaré a los de Judá
    tantos crímenes que han cometido.
Ellos se negaron a obedecer las enseñanzas del SEÑOR
    y no cumplieron sus mandamientos.
    Y creyeron en los mismos dioses falsos que sus antepasados.
Por eso pondré fuego en Judá,
    y las llamas destrozarán todas las fortalezas de Jerusalén».

Castigo para Israel

Así dice el SEÑOR:

«No les perdonaré a los de Israel
    tantos crímenes que han cometido.
Ellos vendieron como esclavos a gente honesta
    a cambio de un poco de dinero,
y vendieron al necesitado
    a cambio de un par de sandalias.
Ellos hundieron de cabeza en el barro a los oprimidos;
    y a los débiles los pisotearon.
El papá y el hijo tienen relaciones sexuales con la misma mujer,
    han profanado mi santo nombre.
Ellos les prestan a los pobres,
    pero les exigen hasta la ropa como garantía.
Ellos se sientan frente a cualquier altar
    con la ropa que les quitan a los pobres.
Obligan a la gente a pagar multas injustas
    y con ese dinero compran vino para beber en el templo de su dios.

»Yo destruí a los amorreos[b]
    que eran tan altos como cedros
    y tan fuertes como robles.
Destruí sus frutos arriba
    y sus raíces abajo.
10 Yo mismo los saqué a ustedes de Egipto
    y los guié durante 40 años por el desierto.
    Los ayudé a apropiarse de las tierras de los amorreos.
11 ¿Acaso, israelitas, no elegí a varios de entre ustedes para que fueran profetas
    y a otros para que fueran nazareos?
    Es lo que dice el SEÑOR.

12 »Pero ustedes obligaron a los nazareos a tomar vino
    y a los profetas les prohibieron profetizar.
13 Por eso ahora haré que se queden atascados
    como una carreta repleta de granos.
14 Ni siquiera el corredor más rápido podrá huir.
    Los fuertes no tendrán fuerza suficiente,
    y los soldados no podrán salvarse.
15 Los hombres que saben manejar el arco
    y la flecha no resistirán.
Los corredores rápidos no escaparán,
    y los que van a caballo tampoco se salvarán.
16 En ese momento hasta los soldados más valientes
    saldrán huyendo desnudos».
    Es lo que dice el SEÑOR.

Footnotes

  1. 2:2 Queriot Una ciudad en Moab. Tal vez era Ar, la capital de Moab.
  2. 2:9 amorreos Se refiere a una de las naciones que habitaba en Canaán antes de que llegaran los israelitas. Ellos fueron los que atemorizaron a los israelitas cuando Moisés los llevaba hacia el desierto. Ver Nm 13:33.

Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Moab,(A) y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos. Prenderé fuego en Moab, y consumirá los palacios de Queriot; y morirá Moab con tumulto, con estrépito y sonido de trompeta. Y quitaré el juez de en medio de él, y mataré con él a todos sus príncipes, dice Jehová.

Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque menospreciaron la ley de Jehová, y no guardaron sus ordenanzas, y les hicieron errar sus mentiras, en pos de las cuales anduvieron sus padres. Prenderé, por tanto, fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén.

Juicio contra Israel

Así ha dicho Jehová: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no revocaré su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos. Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de los humildes; y el hijo y su padre se llegan a la misma joven, profanando mi santo nombre. Sobre las ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar; y el vino de los multados beben en la casa de sus dioses.

Yo destruí delante de ellos al amorreo,(B) cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como una encina; y destruí su fruto arriba y sus raíces abajo. 10 Y a vosotros os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años, para que entraseis en posesión de la tierra del amorreo. 11 Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fuesen nazareos.(C) ¿No es esto así, dice Jehová, hijos de Israel?

12 Mas vosotros disteis de beber vino a los nazareos, y a los profetas mandasteis diciendo: No profeticéis. 13 Pues he aquí, yo os apretaré en vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de gavillas; 14 y el ligero no podrá huir, y al fuerte no le ayudará su fuerza, ni el valiente librará su vida. 15 El que maneja el arco no resistirá, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida. 16 El esforzado de entre los valientes huirá desnudo aquel día, dice Jehová.