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Ezequías enferma de muerte

(2 Cr 32:24-26; Is 38:18)

20 En esos días Ezequías se enfermó y estuvo al borde de la muerte. El profeta Isaías hijo de Amoz fue a ver a Ezequías y le dijo:

—El SEÑOR dice: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir, no vas a sanar”.

Ezequías se dio vuelta con la cara hacia la pared y oró así al SEÑOR: «SEÑOR, recuerda que yo siempre te he servido de todo corazón y he hecho lo que te agradaba». Y Ezequías lloró amargamente.

Antes de que Isaías saliera del patio, le vino este mensaje del SEÑOR: «Regresa y dile a Ezequías, líder de mi pueblo, que así dice el SEÑOR, Dios de tu antepasado David: “He oído tu oración, he visto tus lágrimas y te voy a sanar. Al tercer día subirás tú mismo al templo del SEÑOR. Agregaré 15 años a tu vida y salvaré a esta ciudad del poder del rey de Asiria. Protegeré la ciudad y lo haré por mí mismo y por la promesa que le hice a mi siervo David”».

Entonces Isaías dijo:

—Hagan una mezcla de higos.

Entonces la hicieron, se la aplicaron en la llaga y Ezequías se recuperó.

Ezequías le dijo a Isaías:

—¿Cuál será la señal de que el SEÑOR me sanará y de que al tercer día podré subir al templo del SEÑOR?

Isaías le contestó:

—Tendrás esta señal del SEÑOR de que efectivamente el SEÑOR lo hará: ¿Quieres que la sombra se adelante diez gradas o que las retroceda?

10 Ezequías contestó:

—Es algo sencillo que la sombra se adelante diez gradas, pero no que las retroceda.

11 Entonces Isaías oró al SEÑOR, y él hizo que la sombra retrocediera diez gradas en el reloj de Acaz[a].

Ezequías y la delegación de Babilonia

(2 Cr 32:27-31; Is 39:1-8)

12 En aquel tiempo Merodac Baladán hijo de Baladán era rey de Babilonia. Como se enteró que Ezequías había estado enfermo, mandó cartas y un regalo a Ezequías. 13 Ezequías recibió a los enviados de Babilonia y les mostró todos los tesoros de su palacio. Les mostró la plata, el oro, las especias, los costosos perfumes, las armas y todo lo que había en la tesorería real. No hubo nada que no les mostrara en su palacio y en todo el reino.

14 Entonces el profeta Isaías se le acercó a Ezequías y le preguntó:

—¿Qué te dijeron esos hombres? ¿Qué querían y de dónde venían?

Ezequías le contestó:

—Vinieron de Babilonia, un país muy lejano.

15 Isaías le dijo:

—¿Qué vieron ellos del palacio?

Ezequías le dijo:

—Ellos vieron todo lo que hay en el palacio y en los depósitos. No dejé nada sin mostrarles.

16 Entonces Isaías le dijo a Ezequías:

—Oye el mensaje del SEÑOR: 17 “Llegará el día en que se llevarán a Babilonia todo lo que hay en tu palacio y todo lo que tus antepasados guardaron hasta el día de hoy. No dejarán nada, dice el SEÑOR. 18 Se llevarán incluso hasta a algunos de tus descendientes los castrarán y los pondrán de funcionarios en el palacio del rey de Babilonia”.

19 Entonces Ezequías le dijo a Isaías:

—Este mensaje del SEÑOR es bueno.

Es que se decía: «Al menos mientras yo viva habrá paz y seguridad».

20 El resto de los hechos de Ezequías, incluso cómo construyó el estanque y el acueducto para llevar agua a la ciudad, están escritas en Las crónicas de los reyes de Judá. 21 Ezequías murió y fue sepultado junto a sus antepasados. Su hijo Manasés reinó en su lugar.

Footnotes

  1. 20:11 reloj de Acaz Parece que se trataba de un reloj de sol construido en el palacio de Acaz el cual tenía escaleras de las cuales se utilizaba la sombra proyectada por la luz del sol en los peldaños para establecer las horas.

Enfermedad de Ezequías

(2 Cr. 32.24-26; Is. 38.1-22)

20 En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo: Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro. Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo. Y dijo Isaías: Tomad masa de higos. Y tomándola, la pusieron sobre la llaga, y sanó.

Y Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué señal tendré de que Jehová me sanará, y que subiré a la casa de Jehová al tercer día? Respondió Isaías: Esta señal tendrás de Jehová, de que hará Jehová esto que ha dicho: ¿Avanzará la sombra diez grados, o retrocederá diez grados? 10 Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados; pero no que la sombra vuelva atrás diez grados. 11 Entonces el profeta Isaías clamó a Jehová; e hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás.

Ezequías recibe a los enviados de Babilonia

(2 Cr. 32.27-31; Is. 39.1-8)

12 En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió mensajeros con cartas y presentes a Ezequías, porque había oído que Ezequías había caído enfermo. 13 Y Ezequías los oyó, y les mostró toda la casa de sus tesoros, plata, oro, y especias, y ungüentos preciosos, y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros; ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrase, así en su casa como en todos sus dominios. 14 Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: ¿Qué dijeron aquellos varones, y de dónde vinieron a ti? Y Ezequías le respondió: De lejanas tierras han venido, de Babilonia. 15 Y él le volvió a decir: ¿Qué vieron en tu casa? Y Ezequías respondió: Vieron todo lo que había en mi casa; nada quedó en mis tesoros que no les mostrase.

16 Entonces Isaías dijo a Ezequías: Oye palabra de Jehová: 17 He aquí vienen días en que todo lo que está en tu casa, y todo lo que tus padres han atesorado hasta hoy, será llevado a Babilonia, sin quedar nada, dijo Jehová.(A) 18 Y de tus hijos que saldrán de ti, que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.(B) 19 Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra de Jehová que has hablado, es buena. Después dijo: Habrá al menos paz y seguridad en mis días.

Muerte de Ezequías

(2 Cr. 32.32-33)

20 Los demás hechos de Ezequías, y todo su poderío, y cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 21 Y durmió Ezequías con sus padres, y reinó en su lugar Manasés su hijo.