Add parallel Print Page Options

Eso no le gustó nada a Saúl y se enojó muchísimo. Pensaba: «Las mujeres le dan crédito a David por unos cuantos miles, sólo les falta que le den el reino mismo». A partir de aquel momento Saúl lo miraba con recelo.

10 Al día siguiente, un espíritu maligno de parte de Dios se apoderó de Saúl, haciéndolo actuar en su casa como loco. David tocó el arpa como de costumbre.

Read full chapter