Add parallel Print Page Options

Pero ahora, gracias a mi Dios, estamos en paz en todo el reino. Ya no tenemos enemigos ni grandes problemas.

»Por eso he decidido construir un templo para adorar a mi Dios. Él ya le había dicho a mi padre que yo sería el siguiente rey, y que edificaría un templo para adorarlo.

»Como ninguno de nosotros sabe trabajar la madera tan bien como la gente de tu país, te pido que mandes cortar cedros de las montañas del Líbano para construir el templo. Mis ayudantes trabajarán con los tuyos. Luego yo les pagaré a tus trabajadores el sueldo que tú señales».

Read full chapter