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Sin embargo, por amor a David, Dios permitió que un hijo de Abiam reinara en Jerusalén después de él, y además protegió a la ciudad de Jerusalén. Y es que David se había comportado correctamente, y en toda su vida no desobedeció a Dios en nada. El único mal que David cometió fue cuando mandó que mataran a Urías el hitita.

6-7 Mientras Roboam reinó, siempre estuvo en guerra con Jeroboam. Esa guerra continuó entre Jeroboam y el reino de Abiam. Todo lo que Abiam hizo está escrito en el libro de la historia de los reyes de Judá.

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