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Salomón y su imperio (2 Cr 9,26)

Salomón era soberano de todos los reinos desde el Éufrates hasta el país filisteo y la frontera de Egipto: todos le pagaban tributo y fueron sus vasallos durante toda su vida. La provisión diaria de víveres de Salomón era de unas seis toneladas y media de flor de harina y unas trece toneladas de harina; diez reses cebadas, veinte de pasto y cien corderos, además de ciervos, gacelas, corzos y aves de corral. Salomón dominaba en toda la región occidental del Éufrates, desde Tifsaj hasta Gaza, y sobre todos los reyes al oeste del Éufrates, viviendo en paz con todos los territorios fronterizos. Mientras vivió Salomón, Judá e Israel, desde Dan hasta Berseba, vivieron tranquilos, cada cual a la sombra de su parra y su higuera. Salomón también tenía caballerizas para cuarenta mil caballos de tiro y doce mil de montar. Los gobernadores antedichos abastecían, cada uno en su mes, al rey Salomón y a todos sus comensales, sin dejar que les faltase de nada. También hacían llegar por turnos al lugar donde estuviera el rey, cebada y paja para los caballos de tiro y de montar.

Sabiduría y fama de Salomón

Dios concedió a Salomón una sabiduría y una inteligencia excepcionales y un corazón tan dilatado como las playas marinas. 10 La sabiduría de Salomón superó a la de todos los orientales y a toda la sabiduría de Egipto. 11 Llegó a ser más sabio que nadie, más que Etán, el indígena, y más que Hemán, Calcol y Dardá, los hijos de Majol; su fama se extendió por todas las naciones vecinas. 12 Salomón inventó tres mil proverbios y compuso cinco mil canciones. 13 Estudió las plantas, desde el cedro del Líbano hasta el musgo que brota en las tapias; y estudió también los animales, las aves, los reptiles y los peces. 14 La gente venía a escuchar la sabiduría de Salomón desde todos los pueblos, y de parte de todos los reyes de la tierra que oían hablar de ella.

Las construcciones de Salomón (5,15—9,28)

Tratado con Jirán de Tiro (2 Cr 2,2.11.17)

15 Jirán, rey de Tiro, se enteró de que Salomón había sucedido a su padre como rey y le envió embajadores, pues Jirán había sido amigo de David durante toda su vida. 16 Salomón, por su parte, mandó decir a Jirán:

17 — Tú sabes que mi padre David no pudo construir un Templo en honor del Señor, su Dios, a causa de las guerras en que se vio envuelto, hasta que el Señor, su Dios, sometió totalmente a sus enemigos. 18 Ahora, en cambio, el Señor, mi Dios, ha puesto paz en mis fronteras y no tengo enemigos ni graves amenazas. 19 Por eso, he decidido construir un Templo en honor del Señor, mi Dios, cumpliendo lo que dijo el Señor a mi padre David: “Tu hijo, al que haré tu sucesor en el trono, será quien construya un Templo en mi honor”. 20 Ordena, pues, que me corten cedros del Líbano. Mis servidores ayudarán a los tuyos y yo te pagaré el salario que me pidas por ellos, pues ya sabes que nosotros no tenemos taladores tan expertos como los sidonios.

21 Cuando Jirán escuchó el mensaje de Salomón, se alegró mucho y exclamó:

— ¡Bendito sea el Señor, que le ha dado a David un hijo sabio para gobernar a tan gran pueblo!

22 Luego Jirán mandó decir a Salomón:

— He recibido tu petición. Yo te prepararé toda la madera de cedro y de pino que quieras. 23 Mis servidores la bajarán desde el Líbano hasta el mar y haré que la transporten en almadías por el mar al lugar que me indiques. Allí desatarán las almadías y luego los tuyos se encargarán de acarrearla. Tú, por tu parte, me corresponderás, abasteciendo mi palacio de alimentos.

24 Jirán dio a Salomón toda la madera de cedro y de pino que quiso 25 y Salomón, por su parte, entregó a Jirán unas cuatro mil quinientas toneladas de trigo para alimento de su palacio y noventa hectólitros de aceite puro de oliva. Esto era lo que Salomón pagaba anualmente a Jirán. 26 El Señor, pues, concedió sabiduría a Salomón, tal como le había prometido. Jirán y Salomón vivieron en paz y firmaron un tratado.

Trabajos preparatorios

27 Salomón decretó un reclutamiento de trabajo obligatorio por todo Israel: reclutó a treinta mil hombres 28 y los envió al Líbano en turnos de diez mil por mes. Así, pasaban un mes en el Líbano y dos meses en casa. Adonirán estaba al mando del trabajo obligatorio. 29 Salomón tenía, además, setenta mil acarreadores y ochenta mil canteros en la montaña, 30 sin contar los tres mil trescientos capataces que tenía en las obras para supervisar a los trabajadores. 31 El rey mandó extraer bloques de piedra de buena calidad para cimentar el Templo con piedras labradas. 32 Los constructores de Salomón, los de Jirán y los guebalitas tallaron la piedra y prepararon la madera y la piedra para construir el Templo.

Pacto de Salomón con Hiram

(2 Cr. 2.1-18)

Hiram rey de Tiro envió también sus siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre; porque Hiram siempre había amado a David. Entonces Salomón envió a decir a Hiram: Tú sabes que mi padre David no pudo edificar casa al nombre de Jehová su Dios, por las guerras que le rodearon, hasta que Jehová puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies. Ahora Jehová mi Dios me ha dado paz por todas partes; pues ni hay adversarios, ni mal que temer. Yo, por tanto, he determinado ahora edificar casa al nombre de Jehová mi Dios, según lo que Jehová habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, a quien yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa a mi nombre.(A) Manda, pues, ahora, que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar madera como los sidonios.

Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró en gran manera, y dijo: Bendito sea hoy Jehová, que dio hijo sabio a David sobre este pueblo tan grande. Y envió Hiram a decir a Salomón: He oído lo que me mandaste a decir; yo haré todo lo que te plazca acerca de la madera de cedro y la madera de ciprés. Mis siervos la llevarán desde el Líbano al mar, y la enviaré en balsas por mar hasta el lugar que tú me señales, y allí se desatará, y tú la tomarás; y tú cumplirás mi deseo al dar de comer a mi familia. 10 Dio, pues, Hiram a Salomón madera de cedro y madera de ciprés, toda la que quiso. 11 Y Salomón daba a Hiram veinte mil coros de trigo para el sustento de su familia, y veinte coros de aceite puro; esto daba Salomón a Hiram cada año. 12 Jehová, pues, dio a Salomón sabiduría como le había dicho; y hubo paz entre Hiram y Salomón, e hicieron pacto entre ambos.

13 Y el rey Salomón decretó leva en todo Israel, y la leva fue de treinta mil hombres, 14 los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por turno, viniendo así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba encargado de aquella leva. 15 Tenía también Salomón setenta mil que llevaban las cargas, y ochenta mil cortadores en el monte; 16 sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, tres mil trescientos, los cuales tenían a cargo el pueblo que hacía la obra. 17 Y mandó el rey que trajesen piedras grandes, piedras costosas, para los cimientos de la casa, y piedras labradas. 18 Y los albañiles de Salomón y los de Hiram, y los hombres de Gebal, cortaron y prepararon la madera y la cantería para labrar la casa.

Preparativos para la construcción del templo(A)

El rey Hiram de Tiro siempre había tenido buenas relaciones con David; así que al saber que Salomón había sido ungido para suceder en el trono a su padre David, le mandó una embajada. En respuesta, Salomón envió este mensaje:

«Tú bien sabes que, debido a las guerras en que mi padre David se vio envuelto, no le fue posible construir un templo en honor al nombre del Señor su Dios. Tuvo que esperar hasta que el Señor sometiera a sus enemigos bajo su dominio. Pues bien, ahora el Señor mi Dios me ha dado paz por todas partes, de modo que no me amenazan ni adversarios ni calamidades. Por lo tanto, me propongo construir un templo en honor al nombre del Señor mi Dios, pues él le prometió a mi padre David: “Tu hijo, a quien pondré en el trono como sucesor tuyo, construirá el templo en honor de mi Nombre”.

»Ahora, pues, ordena que se talen para mí cedros del Líbano. Mis obreros trabajarán con los tuyos y yo te pagaré el salario que determines para tus obreros. Tú sabes que no hay entre nosotros quien sepa talar madera tan bien como los sidonios».

Cuando Hiram oyó el mensaje de Salomón, se alegró mucho y dijo: «¡Alabado sea hoy el Señor, porque le ha dado a David un hijo sabio para gobernar a esta gran nación!».

Entonces Hiram envió a Salomón este mensaje:

«He recibido tu petición. Yo te proporcionaré toda la madera de cedro y de ciprés que quieras. Mis obreros la transportarán desde el Líbano hasta el mar. Allí haré que la aten en forma de balsas para llevarla flotando hasta donde me indiques y allí se desatará para que la recojas. Tú, por tu parte, tendrás a bien proporcionarle alimento a mi corte».

10 Así que Hiram le proveía a Salomón toda la madera de cedro y de ciprés que este deseaba. 11 Salomón, por su parte, año tras año le entregaba a Hiram, como alimento para su corte, veinte mil coros[a] de trigo y veinte mil batos[b] de aceite de oliva. 12 El Señor, cumpliendo su palabra, dio sabiduría a Salomón. Hiram y Salomón hicieron un tratado y hubo paz entre ellos.

13 El rey Salomón impuso trabajo forzado y reclutó a treinta mil obreros de todo Israel. 14 Los envió al Líbano en relevos de diez mil al mes, de modo que pasaban un mes en el Líbano y dos meses en su casa. La supervisión del trabajo forzado estaba a cargo de Adonirán. 15 Salomón tenía en las montañas setenta mil cargadores y ochenta mil canteros; 16 había además tres mil trescientos capataces que estaban al frente de la obra y dirigían a los trabajadores. 17 Para echar los cimientos del templo, el rey mandó que sacaran de la cantera grandes bloques de piedra de buena calidad. 18 Los obreros de Salomón e Hiram, junto con los que habían llegado de Guebal,[c] tallaron la madera y labraron la piedra para la construcción del templo.

Footnotes

  1. 5:11 Es decir, aprox. 3,200 t.
  2. 5:11 veinte mil batos. Es decir, aprox. 440 000 l, siguiendo el texto de la LXX; véase también 2Cr 2:10. El texto hebreo dice veinte coros.
  3. 5:18 Guebal. Es decir, Byblos.