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La campaña de Ramot de Galaad (2 Cr 18,4-34)

22 Pasaron tres años sin guerras entre Siria e Israel. Pero al tercer año, Josafat, rey de Judá, fue a visitar al rey de Israel. El rey de Israel dijo a sus oficiales:

— Como bien saben, la ciudad de Ramot de Galaad es nuestra; pero nosotros no hacemos nada para rescatarla del dominio del rey de Siria.

Luego preguntó a Josafat:

— ¿Quieres venir conmigo a atacar Ramot de Galaad?

Josafat le respondió:

— Yo, mi gente y mi caballería estamos a tu disposición.

Josafat añadió al rey de Israel:

— Consulta antes al Señor.

El rey de Israel reunió a unos cuatrocientos profetas y les preguntó:

— ¿Puedo ir a atacar Ramot de Galaad o no?

Ellos le respondieron:

— Puedes ir, porque el Señor te la va a entregar.

Pero Josafat preguntó:

— ¿No hay por aquí algún profeta del Señor al que podamos consultar?

El rey de Israel le respondió:

— Sí, aún queda alguien a través del cual podemos consultar al Señor: Miqueas, el hijo de Jimlá. Pero yo lo detesto, porque no me profetiza venturas, sino desgracias.

Josafat le dijo:

— El rey no debe hablar así.

Entonces el rey de Israel llamó a un funcionario y le dijo:

— ¡Que venga inmediatamente Miqueas, el hijo de Jimlá!

10 El rey de Israel y Josafat, el rey de Judá, estaban sentados en sus tronos con sus vestiduras reales, en la plaza de la entrada de Samaría, mientras todos los profetas profetizaban ante ellos. 11 Sedecías, el hijo de Quenaná, se hizo unos cuernos de hierro y decía:

— El Señor dice: “¡Con estos cuernos embestirás a los sirios hasta aniquilarlos!”.

12 Y todos los profetas profetizaban lo mismo:

— ¡Ataca a Ramot de Galaad, que tendrás éxito! ¡El Señor la entregará al rey!

13 Mientras, el mensajero que había ido a llamar a Miqueas le decía:

— Ten en cuenta que los profetas están anunciado unánimemente la victoria al rey; procura, pues, que tu profecía coincida también con la suya y anuncia la victoria.

14 Miqueas contestó:

— ¡Juro por el Señor que sólo anunciaré lo que me diga el Señor!

15 Cuando llegó ante el rey, este le preguntó:

— Miqueas, ¿puedo ir a atacar Ramot de Galaad o no?

Él le contestó:

— Ataca, que tendrás éxito, pues el Señor te la entregará.

16 Pero el rey le dijo:

— ¿Cuántas veces tendré que pedirte bajo juramento que me digas sólo la verdad en nombre del Señor?

17 Entonces Miqueas dijo:

— He visto a todo Israel disperso por los montes como un rebaño sin pastor y el Señor decía: No tienen dueño; que vuelvan en paz a sus casas.

18 El rey de Israel dijo a Josafat:

— ¿Qué te decía yo? No me profetiza venturas, sino desgracias.

19 Miqueas añadió:

— Por eso, escucha esta palabra de parte del Señor: He visto al Señor sentado en su trono y toda la corte celeste estaba de pie ante él, a derecha e izquierda. 20 El Señor preguntó: “¿Quién confundirá a Ajab para que ataque a Ramot de Galaad y perezca?”.

Unos decían una cosa y otros, otra. 21 Entonces un espíritu se presentó ante el Señor y le dijo: “Yo lo confundiré”. Y el Señor preguntó: “¿Cómo lo harás?”. 22 El espíritu respondió: “Iré y me convertiré en espíritu de mentira en boca de todos sus profetas”. El Señor le dijo: “¡Conseguirás confundirlo! Vete y hazlo así”. 23 Así que ahora ya sabes que el Señor ha inspirado mentiras a todos estos profetas tuyos y ha anunciado tu desgracia.

24 Entonces Sedecías, el hijo de Quenaná, se acercó a Miqueas, le dio una bofetada y le dijo:

— ¿Es que me ha abandonado el espíritu del Señor para hablarte a ti?

25 Miqueas le respondió:

— Tú mismo lo verás el día en que vayas escondiéndote de casa en casa.

26 Entonces el rey de Israel ordenó:

— Apresen a Miqueas, entréguenselo a Amón, el gobernador de la ciudad, y al príncipe Joel 27 y díganles: “El rey ha ordenado que lo metan en la cárcel y que le racionen el pan y el agua hasta que el rey regrese sano y salvo”.

28 Miqueas le dijo:

— Si consigues regresar sano y salvo, es que el Señor no ha hablado por mi boca.

29 El rey de Israel y Josafat, el rey de Judá, fueron a atacar Ramot de Galaad. 30 El rey de Israel dijo a Josafat:

— Yo voy a disfrazarme para entrar en combate y tú te vistes con mis ropas.

Así que el rey de Israel entró en combate disfrazado. 31 El rey de Siria había ordenado a sus treinta y dos jefes de carros que no atacasen ni a soldados ni a oficiales; sólo al rey de Israel. 32 Cuando los jefes de carros vieron a Josafat creyeron que se trataba del rey de Israel y se dispusieron a atacarlo; pero Josafat se puso a gritar 33 y cuando los jefes de los carros se dieron cuenta de que él no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo. 34 Entonces un soldado lanzó una flecha al azar que hirió al rey de Israel, entrando por las juntas de la coraza. Inmediatamente el rey ordenó al conductor de su carro:

— Da la vuelta y sácame del campo de batalla, que estoy herido. 35 Pero en aquel momento la batalla se recrudeció tanto, que el rey tuvo que aguantar en su carro haciendo frente a los sirios, y al atardecer murió, mientras la sangre de su herida corría por el suelo del carro. 36 A la puesta del sol comenzó a correr la voz en el campo de batalla:

— ¡Cada uno a su pueblo y a su tierra! 37 ¡El rey ha muerto!

Entonces llevaron al rey a Samaría y lo enterraron allí. 38 Luego fueron a lavar el carro a una alberca de Samaría, y los perros lamieron la sangre de Ajab y las prostitutas se bañaron en ella, como había anunciado el Señor.

Conclusión del reinado de Ajab

39 El resto de la historia de Ajab, todo lo que hizo, el palacio de marfil que mandó edificar y las ciudades que construyó, está escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Israel. 40 Cuando murió Ajab, su hijo Ocozías le sucedió como rey.

Josafat de Judá (870-848) (2 Cr 20,31-34a.36; 22,1)

41 Josafat, hijo de Asá, comenzó a reinar en Judá durante el cuarto año del reinado de Ajab en Israel. 42 Cuando comenzó a reinar, tenía treinta y cinco años y reinó en Jerusalén durante veinticinco años. Su madre se llamaba Azubá y era hija de Siljí.

43 Josafat siguió los pasos de su padre Asá, sin apartarse lo más mínimo y actuando rectamente ante el Señor. 44 Sin embargo, no desaparecieron los santuarios locales de los altos y el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en ellos. 45 Josafat hizo las paces con el rey de Israel. 46 El resto de la historia de Josafat, las gestas y batallas que llevó a cabo, está escrito en el libro de los Anales de los Reyes de Judá; 47 además eliminó del país a las prostitutas que aún quedaban de la época de su padre Asá. 48 Entonces no había rey en Edom, sino un delegado del rey. 49 Josafat mandó construir naves de Tarsis para ir a traer oro de Ofir, pero no pudo salir, porque las naves naufragaron en Esionguéber. 50 Ocozías, el hijo de Ajab, propuso a Josafat:

— Deja que mis marineros vayan con los tuyos.

Pero Josafat se negó. 51 Cuando murió Josafat, lo enterraron con sus antepasados en la ciudad de David y su hijo Jorán lo sucedió como rey.

Ocozías de Israel (853-852)

52 Ocozías, hijo de Ajab, comenzó a reinar en Samaría durante el décimo séptimo año del reinado de Josafat en Judá. Reinó dos años sobre Israel. 53 Ofendió al Señor con sus acciones y siguió los pasos de sus antepasados y los de Jeroboán, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel. 54 Además, sirvió a Baal y lo adoró, provocando la indignación del Señor, Dios de Israel, tal y como había hecho su padre.

Micaías profetiza la derrota de Acab

(2 Cr. 18.1-34)

22 Tres años pasaron sin guerra entre los sirios e Israel. Y aconteció al tercer año, que Josafat rey de Judá descendió al rey de Israel. Y el rey de Israel dijo a sus siervos: ¿No sabéis que Ramot de Galaad es nuestra, y nosotros no hemos hecho nada para tomarla de mano del rey de Siria? Y dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a pelear contra Ramot de Galaad? Y Josafat respondió al rey de Israel: Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo, y mis caballos como tus caballos.

Dijo luego Josafat al rey de Israel: Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová. Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, como cuatrocientos hombres, a los cuales dijo: ¿Iré a la guerra contra Ramot de Galaad, o la dejaré? Y ellos dijeron: Sube, porque Jehová la entregará en mano del rey. Y dijo Josafat: ¿Hay aún aquí algún profeta de Jehová, por el cual consultemos? El rey de Israel respondió a Josafat: Aún hay un varón por el cual podríamos consultar a Jehová, Micaías hijo de Imla; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josafat dijo: No hable el rey así. Entonces el rey de Israel llamó a un oficial, y le dijo: Trae pronto a Micaías hijo de Imla. 10 Y el rey de Israel y Josafat rey de Judá estaban sentados cada uno en su silla, vestidos de sus ropas reales, en la plaza junto a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos. 11 Y Sedequías hijo de Quenaana se había hecho unos cuernos de hierro, y dijo: Así ha dicho Jehová: Con estos acornearás a los sirios hasta acabarlos. 12 Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: Sube a Ramot de Galaad, y serás prosperado; porque Jehová la entregará en mano del rey.

13 Y el mensajero que había ido a llamar a Micaías, le habló diciendo: He aquí que las palabras de los profetas a una voz anuncian al rey cosas buenas; sea ahora tu palabra conforme a la palabra de alguno de ellos, y anuncia también buen éxito. 14 Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré. 15 Vino, pues, al rey, y el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o la dejaremos? Él le respondió: Sube, y serás prosperado, y Jehová la entregará en mano del rey. 16 Y el rey le dijo: ¿Hasta cuántas veces he de exigirte que no me digas sino la verdad en el nombre de Jehová? 17 Entonces él dijo: Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor;(A) y Jehová dijo: Estos no tienen señor; vuélvase cada uno a su casa en paz. 18 Y el rey de Israel dijo a Josafat: ¿No te lo había yo dicho? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente el mal. 19 Entonces él dijo: Oye, pues, palabra de Jehová: Yo vi a Jehová sentado en su trono, y todo el ejército de los cielos estaba junto a él, a su derecha y a su izquierda. 20 Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra. 21 Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? 22 Él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; ve, pues, y hazlo así. 23 Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti.

24 Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana y golpeó a Micaías en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de mí el Espíritu de Jehová para hablarte a ti? 25 Y Micaías respondió: He aquí tú lo verás en aquel día, cuando te irás metiendo de aposento en aposento para esconderte. 26 Entonces el rey de Israel dijo: Toma a Micaías, y llévalo a Amón gobernador de la ciudad, y a Joás hijo del rey; 27 y dirás: Así ha dicho el rey: Echad a este en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de aflicción, hasta que yo vuelva en paz. 28 Y dijo Micaías: Si llegas a volver en paz, Jehová no ha hablado por mí. En seguida dijo: Oíd, pueblos todos.

29 Subió, pues, el rey de Israel con Josafat rey de Judá a Ramot de Galaad. 30 Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla; y tú ponte tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla. 31 Mas el rey de Siria había mandado a sus treinta y dos capitanes de los carros, diciendo: No peleéis ni con grande ni con chico, sino solo contra el rey de Israel. 32 Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Ciertamente este es el rey de Israel; y vinieron contra él para pelear con él; mas el rey Josafat gritó. 33 Viendo entonces los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, se apartaron de él. 34 Y un hombre disparó su arco a la ventura e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura, por lo que dijo él a su cochero: Da la vuelta, y sácame del campo, pues estoy herido. 35 Pero la batalla había arreciado aquel día, y el rey estuvo en su carro delante de los sirios, y a la tarde murió; y la sangre de la herida corría por el fondo del carro. 36 Y a la puesta del sol salió un pregón por el campamento, diciendo: ¡Cada uno a su ciudad, y cada cual a su tierra!

37 Murió, pues, el rey, y fue traído a Samaria; y sepultaron al rey en Samaria. 38 Y lavaron el carro en el estanque de Samaria; y los perros lamieron su sangre (y también las rameras se lavaban allí), conforme a la palabra que Jehová había hablado. 39 El resto de los hechos de Acab, y todo lo que hizo, y la casa de marfil que construyó, y todas las ciudades que edificó, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel? 40 Y durmió Acab con sus padres, y reinó en su lugar Ocozías su hijo.

Reinado de Josafat

(2 Cr. 20.31-37)

41 Josafat hijo de Asa comenzó a reinar sobre Judá en el cuarto año de Acab rey de Israel. 42 Era Josafat de treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba hija de Silhi. 43 Y anduvo en todo el camino de Asa su padre, sin desviarse de él, haciendo lo recto ante los ojos de Jehová. Con todo eso, los lugares altos no fueron quitados; porque el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en ellos. 44 Y Josafat hizo paz con el rey de Israel.

45 Los demás hechos de Josafat, y sus hazañas, y las guerras que hizo, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? 46 Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que había quedado en el tiempo de su padre Asa.

47 No había entonces rey en Edom; había gobernador en lugar de rey. 48 Josafat había hecho naves de Tarsis, las cuales habían de ir a Ofir por oro; mas no fueron, porque se rompieron en Ezión-geber. 49 Entonces Ocozías hijo de Acab dijo a Josafat: Vayan mis siervos con los tuyos en las naves. Mas Josafat no quiso. 50 Y durmió Josafat con sus padres, y fue sepultado con ellos en la ciudad de David su padre; y en su lugar reinó Joram su hijo.

Reinado de Ocozías de Israel

51 Ocozías hijo de Acab comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, el año diecisiete de Josafat rey de Judá; y reinó dos años sobre Israel. 52 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de su padre, y en el camino de su madre, y en el camino de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel; 53 porque sirvió a Baal, y lo adoró, y provocó a ira a Jehová Dios de Israel, conforme a todas las cosas que había hecho su padre.