²¹ Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.

¹³ Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.

²⁰ Porque esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, sino que fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado a Moisés.^(A)

¹⁸ De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.