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El agua del peñasco (Nm 20,1-13)

17 Toda la comunidad de Israel partió del desierto de Sin y siguió avanzando por jornadas, de acuerdo con las órdenes del Señor, hasta llegar a Refidín, donde acamparon. El pueblo no tenía allí agua para beber, y se enfrentó a Moisés, diciéndole:

— ¡Danos agua para beber!

Respondió Moisés:

— ¿Por qué os enfrentáis a mí y ponéis a prueba al Señor?

Pero el pueblo, sediento, siguió murmurando contra Moisés:

— ¿Para esto nos has sacado de Egipto, para que muramos de sed, junto con nuestros hijos y nuestro ganado?

Moisés suplicó entonces al Señor:

— ¿Qué puedo hacer con esta gente? ¡Están a punto de apedrearme!

Y el Señor le respondió:

— Ponte al frente del pueblo acompañado de algunos ancianos de Israel, empuña la vara con la que golpeaste el Nilo y ponte en marcha. Yo estaré contigo allí, junto a la peña de Horeb; golpearás la peña y de ella manará agua para que el pueblo beba.

Así lo hizo Moisés a la vista de los ancianos de Israel. Y llamó a aquel lugar Masá (es decir, prueba) y Meribá (es decir, querella), porque los israelitas pusieron a prueba al Señor y se querellaron contra él, diciendo:

— ¿Está o no está el Señor con nosotros?

Guerra contra los amalecitas

Aconteció que los amalecitas atacaron a los israelitas en Refidín. Y Moisés dijo a Josué:

— Elige unos cuantos hombres y sal a luchar contra los amalecitas. Yo estaré mañana en lo alto del monte, empuñando la vara de Dios. 10 Josué, obedeció a Moisés, y salió a combatir a los amalecitas. Entre tanto, Moisés, Aarón y Jur subieron a lo alto del monte. 11 Y cuando Moisés tenía los brazos levantados, los israelitas dominaban en la batalla; pero cuando los bajaba, dominaban los amalecitas. 12 Y como a Moisés se le cansaban los brazos, tomaron una piedra y se la pusieron debajo; Moisés se sentó en ella, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. De esta manera los brazos de Moisés permanecieron levantados hasta la puesta del sol, 13 y Josué derrotó al ejército de los amalecitas a filo de espada.

14 El Señor dijo a Moisés:

— Narra en un libro de memorias lo que ha sucedido hoy y dile a Josué que yo borraré el recuerdo de Amalec de debajo del cielo.

15 Moisés levantó un altar, al que llamó “el Señor es mi bandera”, 16 diciendo:

— Puesto que Amalec se levantó contra la bandera del Señor, también el Señor estará en guerra contra él de generación en generación.